Marta Riesgo/LG.- Dalia Ziada, bloguera y activista egipcia, sabe que el triunfo de los Hermanos Musulmanes y, sobre todo, de los salafistas de Al Nur no hará más que empeorar la situación de los derechos de la mujer en Egipto. “Su objetivo es que la sharia domine la Constitución y eso implica la imposición del velo y un gran retroceso en los derechos ya alcanzados”, comenta.

“Es muy triste que los islamistas se escandalicen al ver a una mujer sin velo y no lo hagan al ver a un niño sin zapatos”, comentaba a este diario desde el Cairo Nihal Saad. Ella, como muchas mujeres en Egipto ve “un grave error” que el islam domine la política del país porque, así “nunca conseguiremos la libertad por la que tantos jóvenes han muerto”.

A los Hermanos Musulmanes, que dicen ser moderados, se unen los salafistas, más radicales. Estos abogan por la implantación de la sharia que obliga a usar el velo. Hasta ahora, el niqab era opcional en Egipto y son muchas las mujeres que, libremente, deciden no llevarlo.

Desde la revolución, estamos “viviendo un nuevo espacio público. Antes de esto, nunca participábamos en actos y, de hecho, nos educaban para eso”, explica Mozn Hassan, directora de la organización de investigación Nazra de Estudios Feministas. Por eso, apunta, “no nos podemos permitir dar un paso atrás; es importante dar el mensaje de que no tenemos miedo y estamos dispuestas a morir”, puntualiza. “Vamos a estar en la parte delantera, en la defensa de la revolución y de los derechos de la mujer”.