S.D.- “La reconquista empieza por Tarifa” aseguraba el pasado sábado en el Comité Federal el líder de los socialistas de Castilla-La Mancha, José María Barreda. Manifestó el deseo del PSOE de empezar a resurgir de sus cenizas en las elecciones autonómicas de Andalucía, cuando la federación que lidera José Antonio Griñán está en plena descomposición.

El batacazo electoral en las generales del 20N, donde el PSOE perdió 11 escaños respecto a 2008, pasando de 36 a 25, fueron leídas por muchos socialistas andaluces en clave autonómica. No en vano, suponían el primer adelanto a lo que podrá suceder en escasos meses, como ya apuntó alguna encuesta.

La primera tormenta se desató en Cádiz, donde los críticos con Griñán ya armaron ruido antes incluso de la cita electoral.

El PSOE gaditano se encuentra completamente dividido internamente entre los “griñanistas” y los fieles a Manuel Chaves. Y si la lista a las generales provocó amagos de motines, la elaboración de la candidatura a las andaluzas tiene visos de acabar peor.

Y es que mientras algunos de sus miembros creen que como número uno debe concurrir el exvicesecretario general del socialismo andaluz, Luis Pizarro, histórico segundo de Chaves; los griñanistas gaditanos consideran que dicho puesto debe quedar reservado a Francisco Menacho, que fue precisamente su relevo en la Consejería de Gobernación y Justicia y es el único representante de la provincia en el Ejecutivo andaluz que preside Griñán. Para más inri, en un duro enfrentamiento con Griñán, Pizarro dimitió. Por lo que de presentarlo sería una afrenta directa al candidato a la Junta.

Junto a Cádiz, Málaga fue otra de las provincias donde los socialistas sufrieron una importante caída y también fue uno de los primeros focos en los que tras la debacle se pidieron responsabilidades. De momento, no ha llegado la sangre al río pero el descontento con el rumbo de la Ejecutiva autonómica es patente.

Finalmente, esta semana, las agrupaciones socialistas de Jaén y Almería terminaron de dar el golpe de gracia a la “unidad” que proclamaba Griñán.

Este mismo viernes, se constituyó la comisión gestora que tomará las riendas del PSOE de Jaén hasta que un congreso local elija la nueva dirección.

La constitución de esta gestora culmina una crisis que estalló tras las elecciones generales aunque ya se había pedido desde sus filas la dimisión de la alcaldesa, Carmen Peñalver, tras la debacle del 22M. Finalmente, Peñalver se vio obligada a dimitir, a pesar de contar entre sus apoyos con la número dos de Griñán, Mar Moreno, pero teniendo como firme oposición a Gaspar Zarrías que concurrió como número 4 al 20N.

Pero también en Almería capital desapareció la Agrupación Municipal del PSOE. Su secretario general, Juan Carlos Usero, presentó este jueves su renuncia después de una semana de continuas dimisiones, 19 de los 38 componentes además de la suya. En este caso, no obstante, Griñán descartó una gestora, asegurando que la nueva directiva saldrá de una asamblea extraordinaria.

Y todo esto con las elecciones a la vuelta de la esquina. En las que si bien Griñán se juega mucho, revalidar otro Gobierno socialista en una comunidad autónoma donde en democracia no ha gobernado otra formación, el PSOE tiene las esperanzas de arrancar una “remontada”.