Un hospital no opera a un enfermo ya anestesiado por faltar su firma
El hospital lamenta el error y asegura que sin ese documento no era posible la operación. Algo tan simple como comprobar si el paciente había firmado el documento de consentimiento informado para ser operado no se hizo el miércoles en el hospital malagueño Carlos Haya, según revela Suer en su edición de hoy.
Ese error impidió que M’hamed Rahmouni fuese operado de una dolencia en un oído. El enfermo fue bajado al quirófano, anestesiado y dormido. Cuando estaba ya con las vías cogidas y situado en la mesa de operaciones, el cirujano, al darse cuenta de que el paciente no había rubricado el consentimiento informado, decidió suspender la operación y sacar a Rahmouni del quirófano.
La anestesia sí se aplicó, ya que el papel con el visto bueno del enfermo sí estaba firmado, dijeron fuentes del hospital, cuestión que la familia niega.
El paciente y su mujer, Aurora Valero, han denunciado los hechos en el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga. Asimismo, han presentado una hoja de reclamaciones ante la Junta de Andalucía por estimar que se les han causado unas molestias y un perjuicio innecesarios. «Después de año y medio en lista de espera y de haberme hecho el preoperatorio en dos ocasiones me encuentro con que me sacan del quirófano dormido y, una vez que se me pasa el efecto de la anestesia, me dan el alta y me mandan a mi casa. Es inconcebible que ocurran estas cosas», dijo ayer a este periódico el afectado. Rahmouni ignora cuándo lo volverán a llamar para la intervención.
Fuentes de Carlos Haya, que lamentaron el error y pidieron disculpas al enfermo, aseguraron que fue un caso excepcional y que se intentará llevar a cabo la operación cuanto antes. Las fuentes añadieron que el fallo se produjo por no comprobar a tiempo que el paciente no había firmado el consentimiento informado para la cirugía que se le iba a practicar. Cuando notaron que faltaba la firma, Rahmouni se hallaba ya bajo los efectos de la anestesia y no podía rubricar el papel. «Reconocemos el error, pero se ha actuado conforme a la ley, porque un enfermo anestesiado no puede firmar nada ni tampoco está permitido que lo haga un familiar en su nombre», afirmaron.
Queja de la familia
La mujer del paciente se queja de que ese tipo de fallos no deberían suceder. «No es de recibo sacar a una persona de la mesa de operaciones por no haber comprobado que toda la documentación estaba en regla. Eso hay que verlo antes y asegurarse de que los papeles están firmados», señaló Aurora Valero. La mujer añadió: «¿Por qué no miraron con detenimiento los documentos antes de anestesiar a mi marido. Si lo hubiesen hecho, la operación se habría llevado a cabo y no se le habría causado un perjuicio».
M’hamed Rahmouni ingresó en Carlos Haya el martes a las seis de la tarde. Tras pasar la noche hospitalizado, lo bajaron al quirófano a las ocho y media de la mañana del miércoles, donde le pusieron anestesia general. Dos horas más tarde, el cirujano otorrino informó a la mujer del paciente de que la intervención se había suspendido al faltar el trámite de la firma del consentimiento informado.
Sobre las cuatro de la tarde, una vez que M’hamed Rahmouni se recobró de la anestesia, recibió el alta y se marchó a su casa sin que le indicasen cuándo se efectuará la intervención quirúrgica suspendida. «No nos han dado explicaciones ni nos han pedido disculpas», aseguró la mujer del enfermo.