Un cabrón en catalán y en castellano
Verán ustedes, yo había previsto hablarles hoy de cómo Rubalcaba se la está metiendo doblada a los del PP con el asunto de ETA. Pensaba hablarles de cómo el 11-M podría tener su corolario el 20-N gracias a la entonticia de la derecha liberal española. Pensaba que a estas alturas tendríamos que estar hablando del paro, de la quiebra moral, de la incompetencia de los ministros, de los recortes sociales, de la utilización innoble del profesorado. Hoy tendría que haber opinado de todo eso si el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no hubiese hecho mofa del acento de los malagueños que, miren ustedes por donde, también es el mío. Y el de casi todos los míos. Así que otra de nacionalistas catalanes. Es que no paran.
Primero fue Lluis Suñé haciendo vejación de los niños extremeños y luego Montserrat Nebrera sometiendo a escarnio la ramificación territorial del castellano en Málaga. Ahora ha sido Artur Mas quien se burla del acento andaluz, más en concreto del empleado en Málaga. “Allí hablan el castellano, pero a algunos no se les entiende”, sostuvo para defender su inmersión lingüística. Algunos nacionalistas catalanes se han reido mucho con la ocurrencia del nada Honorable. Yo también me río mucho con ellos. Cuando les escucho hablar en castellano me los imagino deglutiendo al mismo tiempo alguna sustancia insana y es que me parto de la risa. Y me troncho todavía más cuando imagino a todos esos cabrones teniendo que declamar el árabe para captar a sus futuros votantes.
Acepto el desafortunado comentario de Mas si tomamos como contrapunto del divertimento dialectal de Málaga, la atribulada entonación de Cataluña. Para conmemorar el aniversario de Cervantes, se celebra cada año en Madrid una lectura multitudinaria del Quijote, en la que participan decenas de voluntarios y representantes de algunos estamentos públicos para leer, cada uno de ellos, un extracto de la genial obra del de Alcalá de Henares. Hace tres o cuatro años participó Xavier Trías, el hoy alcalde de Barcelona. Con la triste cadencia de su ritmo sincopado, su escaso brio, cualquiera de los presentes hubiese comprendido que al bueno de don Alonso Quijano, de puro aburrimiento, le hubiesen entrado ganas de hacerse a la mar. Aquello era peor que Verónica Forqué teniendo que doblar a ‘La Pasionaria’.
Bromas aparte. Lo malo de este asunto es que los comentarios de Mas marcan la interiorización del profundo desprecio que la clase política catalana siente y ha sentido siempre por los andaluces. Este tipo de distorsiones de la realidad de otros pueblos constituye algo ya habitual en la dirigencia política catalana. Pero esta vez le ha tocado a Málaga, y a Málaga no me la toca el presidente de una comunidad con más moros ya de los que viven en Túnez.
Sólo desde los prejuicios de un semianalfabeto se puede observar Málaga desde ese prisma conferido por los tópicos de nunca acabar. Hablo de Málaga, la tierra que ha sido escenario de mis mejores momentos, la madre del turismo y la cuna del Piyayo. La que alteza sin corona en cualquier verbena popular o mismamente en la mexicana plaza de Garibaldi, rodeado hace años por un grupo de mariachis y trasladado desde allí hasta el Parnaso al que todos vuelven: “Malagueña salerosa/besar tus labios quisiera/y decirte niña hermosa”.
El castellano que se habla en Málaga tiene tantas sonoridades como versos dedicados por Vicente Aleixandre a la que fue su Ciudad del Paraíso. Vale decir que la musicalidad del habla malagueña está en la conjugación de todas las rimas que posee el idioma español, por lo que el practicante debe tener mucho celo en cuanto a esta característica; mejor dicho, debe conocer mejor la rima y la ley de los acentos que ser un dominador del silabeo. Lo único que debe hacerse al hablar la forma dialectal del español en Málaga es mostrar el alma, lograr la interpretación ordenada de los sentimientos.
Por ejemplo, cuando un malagueño de Alhaurín El Grande, hinchadas sus entretelas, se las puso de corbata a los 47 diputados catalanes a los que hincó de hinojos en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo. ¡Al suelo, coño! El buen fraseo y la buena impostación de la voz no suele fallarle a Málaga en los trágicos momentos. Aquella sonoridad tan malagueña representó para muchos catalanes el síndrome traumático de haber estado a gatas, en el suelo. Al suelo cabrones, a gatas, en tropel y en fila de a uno en la frontera de Francia. ¡Valientes, valientes!
La solemnidad no suele fallarle a Málaga en los grandes momentos. “Podréis quitarme la vida, pero nada más”, alcanzó a pronunciar José María de Torrijos, con la misma entonación que al Artur Mas empuja a la cuchufleta, antes de que un pelotón de fusileros al servicio de Fernando VII segara su vida entre buganvillas y el Jardín de los Monos. Murió en la bellísima plaza de la Merced, con el aplomo de quien prefirió regalar su vida antes que vivir la restauración absolutista, a escasos metros del caserón solariego donde 50 años después vino al mundo el padre del Cubismo. A un trazo dibujado sobre un lienzo, Picasso lo convirtió en vanguardia. Al Artur le hubiera brotado la risa al escuchar a don Pablo que lo surreal comparece en sus cuadros acaso como el eslabón perdido del arte pictórico. Porque don Pablo no perdió nunca el acento ‘chistoso’ que todos los honores franceses no lograrían arrancarle nunca.
Tampoco Antonio Banderas, cuyo inglés con acento perchelero allanó la entrada de los actores y actrices españoles a los metrajes made in USA.
Ni el maestro Antonio Molina, que de buen seguro aprovecharía su talento cáustico para improvisar alguna coplilla en el café de Chinitas: “Del Artur Mas a la Ciencia/dista la misma distancia/que de un potro a un purasangre/ o de Baviera a Braganza”.
Detrás también de ese acento tan donoso, a brincos y a saltos, Cánovas del Castillo quiso reestructurar el ser español por ocurrencias y resoluciones casuísticas, sin que nadie se alarmase ni dijera nada.
El suave seseo del barrio de la Victoria tampoco impidió que una malagueña orillara la inexpugnable fortaleza del prototipo de belleza nórdica. Allí, en Manila, en el certamen de Miss Universo, con Imelda Marcos utilizando el tratamiento mayestático en bellísimo tagalo: “Me habéis convencido, hacéis justicia al buen criterio del jurado”. “Exselensia”, repuso Amparo Muñoz, “más mérito tiene guardar en el mismo armario todos los zapatos que disen que usté tiene”.
Y les traslado también que malagañear se puede hacer con una copa llena de generoso mosto. Hacia los puros astros mil veces me elevo cada vez que tomo un sorbo de este elixir de dioses, se reconfortaba Catalina de Rusia en sus peores trances palaciegos.
Orson Welles debió pensar que no había mejor lugar para besar el rostro dulce de la eternidad que bajo el albero del coso maestrante de Ronda. Y Soraya que no hay Reino de Persia que valga lo que Marbella. Y Gerald Brenan buscando la forma de sacarnos del laberinto español desde su morada alhaurina. Y los reyes arábigos hallando el oásis terrenal a los pies de Sierra Blanca. Y Katharine Houghton Hepburn descubriendo que todos los caminos conducen a Puerto Banús. Y uno de los Rotschild espetando sardinas en una exclusiva playa de San Pedro Alcántara. Y los primeros aires nórdicos de libertad entrando por las rendijas de las playas de Torremolinos: los primeros palmitos, los primeros besos ya no tan furtivos, los primeros aires de Europa colándose de rondón por las discotecas de Montemar. Y los primeros establecimientos hosteleros de España orientados al turismo. Allí, entre la madeja de casas blancas de La Carihuela, en los mismos porches erizados de toneles y rústicas sillas. “Pisha, que sean dos vinitos y dos de boquerones”.
Y Bernardo de Gálvez, malagueño de Macharaviaya, contrapunta al imperio británico y se desquita en nuestro nombre de todos los Drake, de todos los Nelson y de todos los tratados de Utrecht que se cruzaron con nuestra historia para lancearnos una y otra vez. Bernardo de Gálvez, héroe de la toma de Pensacola, hizo más por la independencia norteamericana que muchos batallones que alcanzaron a cruzar sus armas con los casacas del color de la sangre. En honor del malagueño, la única ciudad norteamericana en adoptar el nombre de un español, Galveston. Y, para más inri, con el ‘chistoso’ acento de un malagueño de Macharaviaya, comarca de la Axarquía: “Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad”.
Y ya metidos en harinas lingüísticas, al rondeño Vicente Espinel debe la literatura española que Calderón nos hablara en sus décimas del honor, patrimonio del alma; y Teresa de Ávila de vivir sin vivir en ella de tan alta como esperaba que fuese su vida eterna.
La décima es precisión
son los diez versos del alma
de la mente, pulso y Málaga
de octosílaba mención.
La fuente del corazón
que alarga toda distancia
entre el color y Artur Mas
donde el talento se anima
sembrando el verso en la rima
y un cipote al tres por ciento…
De Archidona, naturalmente.
la enferma egolatría mental de determinadas personas les hace decir supremas insidias, como mi tierra mi lengua, mi raza e historia.Ignoran y es lógico pues practican el fanatismo más visceral, que la Tierra no es de lo hombres, que los idiomas, o son otra cosa que gruñidos dispuestos de una determinada manera que únicamente sirven para no entendernos con los demás, Ignoran que la historia no es de nadie en particular, que la raza se hizo mediante el derramamiento de la sangre universal , que no sólo propia,en toda tierra perdida o conquistada.Por ignorar ignoran que nada mas que son… Leer más »
Este cabroncete que aclare lo del 3 % que se llevaban calentito, despues aprenda el castellano adecuadamente y nos deje en paz.
Resulta la gran errada que ha dicho el Sr Artur Más, Que poco sabe de historia. Los defensores de 1714 fuerón de Andalucía y Albacete , EL ENEMIGO DE CATALUÑA ES DESDE SIEMPRE LOS CASTELLANOS NO LOS ANDALUCES NI LOS VASCOS NI GALLEGOS. La historia hay que buscarla leerla i estudiarla . Fueros de Cataluya amparados por el reino de Aragón. El problema general de España nº guan es la invasión del islam..saludos at J Torrent Un mallorquín . pd
Reprocho los insultos ,eticamente no hay que perder la cortesía ni los modales .
Toni, por favor, me gustaría conocer tus apellidos. ¿A que eres charnego?
Dice el autor del artículo “…Lo malo de este asunto es que los comentarios de Mas marcan la interiorización del profundo desprecio que la clase política catalana siente y ha sentido siempre por los andaluces…” claro, por eso hemos tenido 8 años un president de la Generalitat andaluz, las tonterías que diga Mas, solo son responsabilidad de Mas, no del resto de los habitantes de Catalunya
Sr. Armando, soy de Cataluña, pero le doy mi enhorabuena por este gran artículo. Soy descendientes de Malagueños, y ya está bien de tantos insultos por parte de la casta política que desgobierna en Cataluña, que todos juntos no hacen uno. Sólo buscan la desunión de castellanos/andaluces = catalanes, no soportan que estén perdiendo su identidad debido a la gran inmigración que está recibiendo Cataluña, y que ellos mismos han propiciado, y que no les ha salido como esperaban, ese es el problema. Y como con ellos no se atreven a meterse, porqué es politicamente incorrecto, según ellos. Para estos… Leer más »
Vaya, asi que a su Málaga natal nadie la puede tocar, pero es que a los catalanes nos pueden decir de todo y tenemos que callar y nos tenemos que joder… Almenos ha sentido en sus carnes lo que nosotros sentimos continuamente del resto de España, desprecios y más desprecios, pues dónde las dan las toman, y donde las toman las dan.
Ya estamos con el complejo de inferioridad de “casi todos” los catalanes ¿Como, cuando, adonde , quien….. ? insulta a los catalanes , sois vosotros los que constantemente estais tratando al resto de los españoles de incultos ,vagos , ignorantes …etc .Cuando teneis los anuncios de ” consume productos catalanes ” nada de vino de La Rioja y mil cosas mas que no digo por no alargar este comentario.
Toni, le dices al editor de AD, que nadie puede tocar su tierra natal, y de que ha sentido en sus carnes lo que según tú, sentís los catalanes por parte del resto de España. No te puedes quejar de algo que lo habeis propiciado vosotros los “catalanes”, ya que criticais cualquier cosa y persona que no sea de Cataluña, sobre todo si son andaluces “te recuerdo que estos fueron los que levantaron Cataluña”, pero tranquilo que con vuestros amigos “ELS NOUS CATALANS”, sois vosotros mismos los que os estais cargando vuestra comunidad, no echeis la culpa a los demás,… Leer más »
VIVA ANDALUCIA Y VIVAN LOS ANDALUCES.
VIVA EL ANDALU HABLAO BIEN Y HABLAO MAL.
ARTUR MAS,ES MAS QUE UN CABRON EN CATALAN Y CASTELLANO.
Y … que VIVA el andalu bien hablao!