Barbara Klunk/Especial para AD.- El político populista Geert Wilders ha vuelto a pedir hoy la prohibición del Corán en territorio holandés. Esta vez sin embargo el escenario elegido ha sido nada menos que la Cámara legislativa del país, lo que ha desencadenado una oleada de críticas por parte de la oposición. De nuevo se han escuchando voces requiriendo la ilegalización del PVV (Partido por la Libertad), la formación política que lidera Wilders y cuya importancia arbitral no hace sino crecer año tras año. Barbara Klunk, periodista holandesa del Algemeen de Rotterdam y eventual colaboradora de AD, ha entrevistado a Wilders al término de la sesión.

-Ha vuelto usted a exigir la prohibición del Corán como libro de lectura. ¿Qué cree poder lograr?

No es la primera vez que lo pido. En agosto del 2006, en un artículo para el periódico “Volkskrant”, escribí que el Corán debía ser prohibido en Holanda, igual que está prohibido “Mein Kampf” (‘Mi lucha’). Sostuve antes y sostengo ahora que el Corán es un libro fascista. Sólo hay que leer muchas de sus suras, que son una clara incitación al odio y al crimen.

Cuando todavía hay mucha gente que no quiere creer que el Corán sea un peligro para nuestra seguridad y nuestra supervivencia cultural es cuando más necesario se hace que insista en su prohibición.

-Hay gente que le responde a usted con el argumento de que el Viejo Testamento bíblico contiene también pasajes que pueden interpretarse como muy violentos.

A diferencia de la Biblia, el Corán es la base legal de muchos países y es por eso que se producen hechos horribles en todo el mundo. Los cristianos tenemos como referencia el Nuevo Testamento, que es la base de que tengamos sociedades libres, solidarias, prósperas y democráticas. Sin ese sustento bíblico, el progreso social y tecnológico que disfrutamos en Occidente no existiría.

El islam es una ideología peligrosa. Es el momento de actuar contra ella y reconocer el terreno de su peligrosidad. Hay que decir ‘basta’ a la islamización de Europa.

-Mucha gente cree sin embargo que, con sus mensajes, usted está ofendiendo y provocando a 1.500 millones de musulmanes en todo el mundo?

Esa no es mi intención. Pero quien se sienta ofendido es su problema. Yo creo que el islam es más una ideología que una religión, aun cuando más de mil millones de personas piensen diferente que yo. Además, siempre he distinguido entre una ideología y las personas. Yo rechazo el islam fascista y no creo en un islam moderado en Europa. Tampoco creo en la igualdad entre las culturas. Creo que la cultura islámica e inferior a la europea.

-¿Pero no teme que esas críticas ofensivas sean consideradas un llamamiento a la violencia?

Ante todo una aclaracion: yo no odio a nadie, tampoco a ningún musulmán. Estuve muchas veces en Irán, en Irak y en otros países islámicos. Yo no soy racista ni xenófobo, pero reconozco que sí tengo un problema con la ideología islámica. En Europa debemos luchar más por la identidad propia y estar orgullosos de ella y de lo que somos. En Holanda, la cultura dominante debe ser la cultura Dutch, lo que actualmente no es el caso. Si vemos el desarrollo demográfico en ciudades como Amsterdam y Rotterdam comprobamos que la mayoría de los pobladores de 21 años no son de orígen holandés. La mayoría son inmigrantes con cultura islámica. Debemos hacer algo en ese sentido. Yo propongo poner fin al “Political Correctness”. Mi partido crece a un ritmo del 15% y yo tengo una responsabilidad con mis electores.

-Usted conoce cuáles fueron las consecuencias de la publicación de las caricaturas de Mahoma en Dinamarca. ¿No teme reacciones mucho más violentas o que sus intervenciones dañen las relaciones comerciales de Holanda?

Cuando las caricaturas danesas se publicaron, muchos políticos europeos ofrecieron un espectáculo deprimente. Se pasearon como plañideras por los paises árabes pidiendo disculpas y diciendo en todas partes que el islam es una religión de paz y amor. Si el islam es una religión tan angelical y pacífica, ¿por qué entonces temieron tanto que se produjeran acciones terroristas en Europa? Cuando la prensa occidental ataca a los judíos, no he conocido a ningún político occidental que haya tenido que viajar a Israel para templar los ánimos y evitar así respuestas violentas.

Yo publiqué las caricaturas en mi Website, por solidaridad, lo que me trajo muchas dificultades. A mí me perturba especialmente cuando se ataca a las personas o cuando los productos holandeses son boicoteados. Pero esos actos violentos, insisto, son justamente la prueba de mi tesis. Yo utilizo medios democráticos para demostrar esa peculiaridad violenta y fascista del islam. A mis opositores debería preocuparles más esas respuestas violentas que no mi derecho a rechazar democráticamente lo que creo malo para Holanda y el resto de Europa.

-¿Pero se sentiría usted responsable si los islamistas atentan en Holanda?

En absoluto. No puedo responder por los islamistas violentos. Es su responsabilidad y no la mía.

-Menciona usted mucho en sus declaraciones a Pim Fortuyn y a Theo van Gogh, ambos holandeses y asesinados por islamistas. ¿No teme acabar como ellos?

Desde hace años permanezco aislado del mundo exterior. No creo que haya un europeo más amenazado que yo. Y aunque es cierto que podría tener una vida más agradable y fácil si evitara enfrentarme al islam, si lo hiciera me estaría convirtiendo en uno más de esos políticos a quienes les preocupa más su seguridad personal que el futuro que van a dejar a sus hijos. Alguien tiene que contar la verdad sobre el islam, aunque el precio a pagar sea tan duro. Mi vida cotidiana no sería agradable para nadie, se lo aseguro. La mayor parte de mi tiempo transcurre rodeado de guardaespaldas y en medio de grandes medidas de seguridad. Pero al menos me acuesto cada día con la convicción de haber hecho lo que debo y no lo que más conviene a mis intereses particulares.