¿Por qué los ‘indignados’ no toleran la JMJ?
María Colpis.- Ante los ataques a la JMJ y la visita del Papa, siento la obligación de manifestar mi opinón, quizás, ésta no sea la que les gustaría oír a los ‘progresistas’ o a los ‘indignados’ y demás catervas con las que, en aras de la democracia, debemos convivir todos los días.
Lo primero que tengo que decir es que ‘indignarse’ negando los derechos de otros es totalitarismo, no tolerancia. ¿Acaso a mí me ha preguntado alguien si me resultaba ofensivo el dia del ‘Orgullo gay’?. En ese evento, lo soez, la provocación y el ‘no apto’ para menores tomó las calles, agravado más con la pertinente subvención pública. ¿Y quién me ha cuestionado si me molestaba que una plaza representativa de Madrid fuera tomada por ‘perroflautas’ indigentes, y gente de mala vida, donde la falta de salubridad y de seguridad costeo a traves de mis impuestos?.
Independientemente de las creencias religiosas, la Jornada Mundial de la Juventud es una ‘alianza de civilizaciones’ que ha dado muestras de una gran ‘educación para la ciudadania’. Pilares éstos de un gobierno de doble moral, que no duda en irse al desayuno de oración con Obama. Algunos quieren un estado laico, ¿significa esto que no habrá más vacaciones por Navidad y Semana Santa por parte de este grupo?, al menos sería así si fueran coherentes.
Yo, en Madrid, he visto una juventud sana, con futuro, unida y, honestamente, me da igual que se reúnan por unas olimpíadas juveniles, o por unas convivencias ente diferentes naciones y pueblos que por un tema religioso. Pero quiero ver unos jóvenes que se encuentran mas alla del botellon y el porro que gira. Quiero ver esperanza a la hora de pasar el testigo generacional, y a éstos chicos sí se lo daría, porque todo lo que he observado en las calles es calidad humana.
Se han vertido acusaciones sobre la gratuidad, sobre el costo, sobre la sanidad y siempre por parte de los que abogan por la sanidad universal y gratuita, dicho sea de paso, yo he pagado 50 euros por la mochila del peregrino de cada uno de mis hijos que incluye un bono bus de tres dias y otras serie de ‘merchandising’ aportada por patrocinadores. Sí, es verdad que nos lo costeamos nostros aunque les duela y no haya más excusas para destilar ese odio de telón de acero totalitarista. Menos mal que aún nos queda la juventud de la JMJ. Por cierto, espero que, si alguna vez hay alguna concentracion islamista, estos ‘laicos’ lo apliquen también. Aunque ya basatnte se han desacreditado ellos mismos en sus declaraciones televisivas pidiendo ‘subvencion de alcohol gratis’.
Creo en las libertades laicas, pero también creo en las libertades de la gente que apoya a la JMJ, a la Iglesia y al Papa.