La feminazi asesina que suministró tres inyecciones de insulina a su marido: «No quería matarlo, solo que pasase unas semanas en cama»
La presunta parricida de Aspe asegura que no quería matar a su marido, que le suministró las tres inyecciones de insulina que a la postre resultarían letales únicamente para que «estuviera unas semanas en cama» y los dejara «tranquilos» a sus hijos y a ella durante un tiempo.
Así se desprende de su última declaración ante la juez de Novelda que ha instruido el sumario, el pasado 14 de diciembre. Como publicó este periódico en exclusiva en su edición del pasado lunes, el hombre falleció hace unos dos meses y la viuda se encuentra en prisión a la espera de juicio desde que fue detenida, en junio de 2010.
En la comparecencia indagatoria de diciembre, la acusada fue interrogada tanto por el asesinato como por un intento anterior en el año 2007, cuando proporcionó un cóctel de fármacos a su compañero disuelto en un vaso de leche.
Respecto a este último delito, un homicidio o asesinato en grado de tentativa por el que también ha sido procesada, la mujer, que tiene ahora 51 años, afirma tener un recuerdo un tanto difuso. Aunque admite que la idea del crimen «rondó» por su mente, insiste en que el preparado era para sí misma, para suicidarse y se equivocó de vaso.
«Estaba muy mal porque él no hacía nada más que decirme que me acostaba con todos los hombres, incluidos su hermanos», explicó a la juez. «Dos días antes habíamos ido al hospital por su tratamiento y él armó un escándalo, diciéndome que me iba a matar. Tuvimos una discusión camino de casa».
La declaración, a la que ha tenido acceso este diario, está presidida en todo momento por un tono de arrepentimiento. Aunque también se entrevé en sus palabras la suerte de alivio que experimentó con la desaparición de su esposo, al que le acusa de haberla vejado, amenazado de muerte y menospreciado durante años.
Así, en un pasaje de su testimonio señala que no tenía «intención de causarle tanto mal» y añade que está muy «arrepentida» de lo que ha hecho y así se lo ha transmitido por carta a los familiares del fallecido (que seguía en coma pero con vida en aquel momento). «No pensé en la gravedad de los hechos».
Pero, paralelamente, en otros momentos, deja constancia del supuesto calvario doméstico que soportaba a diario: «A menudo me decía ‘te mato, te mato, te mato’. Tenía un trastorno de personalidad, continuos cambios de humor, pero dejó de acudir al psiquiatra. Me llamaba inútil, torpe. Le he dado muchas oportunidades, pero ya no aguantaba más la situación, por el bien de mis hijos y el mío».
«Lo mejor posible»
En su opinión, ella ha tratado de «hacerlo lo mejor posible» en su relación. No ha querido nunca que su situación «trascendiera al pueblo ni al resto de la familia». En efecto, los hijos del matrimonio confirmaron en su día que su madre cuidaba del difunto porque estaba gravemente enfermo y a cambio recibía malos tratos psicológicos.
A preguntas de su abogado defensor, la presunta asesina contó que está en tratamiento psicológico desde 2007 en el centro de salud de Aspe «por depresión y ansiedad», consecuencia de ese maltrato que ella «callaba».
Esa situación podría granjearle algún tipo de atenuante, aunque todo apunta a que pasará muchos años entre rejas. La Fiscalía aún no ha elaborado su escrito de acusación provisional, pero la petición de condena será muy alta, según fuentes jurídicas. El juicio, en cualquier caso, no se celebrará hasta el próximo año.
Si los hombres tneemos mas fuerza fisica, las mujeres tienen mas maldad y son mas mezquinas, lo que no comprendo es como la sociedad española le da barra libre a estas zorras para que perpetuen sus acciones, asi nos va, los cuidadanos mas tontos parece que somos.