El PP avanza mientras buena parte de voto de izquierda sigue indeciso en Aragón
El sondeo sobre las municipales realizado por Iacom en Aragón para El Periódico traza un panorama bastante preciso. Teruel es ya del PP. Huesca y Zaragoza seguirán gobernadas por sus actuales alcaldes socialistas, pero en ambas ciudades el PSOE tendrá que pactar con CHA e IU. El tripartito se dibuja con nitidez. No obstante, Juan Alberto Belloch (en la imagen) deberá esforzarse si no quiere llegar al 22-M presionado por un empate técnico de dudoso desenlace. Su oponente, Suárez, va por delante y aún no cabe descartar que llegue a sumar mayoría absoluta con el Partido Aragonés. Por ello precisamente causó ayer estupefacción que el regidor zaragozano diera plantón al debate a cinco organizado por Aragón TV. Otra espantada ante los medios.
El sondeo detecta dos claves internas previsibles pero no por ello menos significativas. De un lado, los electores suspenden las gestiones de los tres ayuntamientos examinados. De otro, se detecta que mientras el PP mantiene la fidelidad de sus votantes en unos porcentajes muy altos (alrededor del 90%), el PSOE tiene colgados más de un tercio de sus apoyos habituales. Es algo que también le pasa al PAR y en menor medida a CHA e IU, beneficiarias, por otro lado, del desencanto socialista. Pero, en su conjunto, el voto de izquierda esta encallado en la indecisión. Que se movilice, o no, será decisivo; en las municipales y seguro que también en las autonómicas.
El PSOE tendrá que activar aún más su campaña. Marcelino Iglesias dice que las cosas van bien y Eva Almunia se prodiga por el territorio junto a los pesos pesados de su partido (ayer, en Calatayud, con Carme Chacón). Mas parece faltar un poco de pasión. Ese ardor (o similar adaptado al caso) que pone el candidato de IU, Adolfo Barrena, cuando pide el voto de la mala leche, el de la protesta social, el que premie a su coalición por haber estado en las huelgas, los piquetes y la movilización popular.
Juan Alberto Belloch, con tan estrecho margen para seguir de alcalde, cometió un error de bulto. Alegó contradicciones con su agenda para no ir al debate a cinco que había programado Aragón TV de acuerdo con las instrucciones de la Comisión Electoral. Mientras reclamaba un cara a cara con Suárez ante los micrófonos de Radio Zaragoza, boicoteó el encuentro con los demás candidatos, en un gesto absurdo que no le beneficiará precisamente.
Algunos candidatos aragoneses podrían aprender (si Barrena les parece demasiado radical) de la líder de UPyD, Rosa Díez, que en la tarde de ayer se plantó en la plaza de España de Zaragoza, cogió el micrófono en plena calle y fue capaz de congregar e interesar a cientos de personas, la mayoría viandantes que se toparon con el mitin.
Llegan los platos fuertes. No esperemos grandes cosas. La simplificación y el doble lenguaje domina los discursos políticos. Recuerden, por ejemplo, que, después de tanto hablar de travesías interpirenaicas, la Coordinadora por la Reapertura del Canfranc (Crefco) propuso un encuentro con candidatos a pie de vía para reclamar la conexión con Francia, ahora que en el país vecino están poniendo a punto la línea. Solo apareció Chunta. Vaya broma.