El próximo lunes, 2 de mayo, se inicia en Cruz Roja el plazo para la presentación de solicitudes de productos de alimentación procedentes de los excedentes de la Unión Europea. Las personas que piensen que pueden necesitar esta ayuda por sus circunstancias personales y que reúnan los requisitos para hacerse acreedoras de la misma tienen hasta el día 10 para hacer llegar toda la documentación a esta ONG, cuya oficina está en la calle Cruz Roja s/n.

Se van a repartir en Burgos un total de 316.229,150 kilos de alimentos y serán la ya mencionada Cruz Roja y el Banco de Alimentos los encargados de hacerlos llegar a particulares y a asociaciones, respectivamente. En el primer caso, van a entregarse 182.000 kilos en tres fases. Para ser beneficiario es necesario presentar la solicitud del 2 al 10 de mayo entre las 17 y las 19 horas exclusivamente, como se encarga de remarcar la responsable del proyecto, Virginia Barquín, quien recuerda que el año pasado se entregaron productos a 5.063 personas en las tres fases pero que para este se prevé que solo en la primera se superen las 7.000 debido a la duración de la crisis económica y a la finalización tanto de los subsidios de desempleo como de los 420 euros de ayudas que, en algunos casos, son la única cantidad que entra en casa. Como ejemplo, explica que una familia de cinco miembros podría recibir lotes de estos productos si sus ingresos no llegan a los 930 mensuales.

Barquín asegura que desde Cruz Roja son conscientes de que no se acercarán a pedir estas ayudas todas las personas que realmente la necesitan y no lo harán por vergüenza: «Sabemos que hay muchas familias que podrían cumplir los requisitos pero que no lo pedirán porque es mayor el apuro que les provoca».

Todos los alimentos que se van a repartir proceden de 18 proveedores españoles, entre los que está la empresa burgalesa Frías Nutrición y las industrias de otros puntos de Castilla y León Tejedor (Soria), Gullón y Siro (Palencia).

Los planes de ayuda a personas necesitadas a través de la distribución de alimentos tienen su origen en las olas de frío que se produjeron en Europa en los años 1986 y 1987. La Comisión Europea decisión hacer frente a la situación de necesidad que provocaron haciendo uso de los productos excedentarios almacenados en los organismos de intervención de los estados miembros para transformarlos en alimentos para las personas más desfavorecidas.

La distribución de los productos (arroz, espaguetis, fideos, macarrones, harina, galletas, cacao soluble, leche, bebida pasterizada, caldo de carne, crema de verduras, natillas, tomate frito, leche de continuación y papilla de cereales) se hace a través de una comisión provincial creada a tal efecto y en la que participan un representantes del Ministerio de Agricultura, del Ayuntamiento, la Diputación, la comunidad autónoma, las entidades beneficiarias y las gestoras. En Castilla y León se van a repartir un total de 2.228.790,04 kilos de alimentos.