La Semana Santa más dolorosa en San Fernando

El penitente Domingo Cunanan, de 43 años, se crucifica con clavos de verdad sobre sus manos para emular la crucifixión de Jesucristo durante la conmemoración del Viernes Santo, en la aldea de San Juan.
La ciudad filipina de San Fernando, capital de la provincia de Pampanga, vive una Semana Santa en la que habitualmente participan los católicos más devotos protagonizan escenas extremas de crucifixión recreando la Cuaresma del Viernes Santo, las últimas horas de Jesucristo el Viernes Santo. Penitentes encapuchados se flagelan a sí mismos alrededor de las iglesias de la citada ciudad del norte de Filipinas para revivir los sufrimientos de Jesucristo y para enmendar sus pecados.
Además, 22 personas se han crucificado en vivo en esta localidad para recrear la crucifixión de Jesús. Cinco penitentes lo han hecho en la barriada de San Juan a las 9:00 horas, en la barriada de Santa Lucía se han crucificado otras tres personas a las 10:00 horas, mientras que en la barriada de San Pedro Cutud 14 devotos se han crucificado a mediodía.
Esta es una fuerte tradición popular en la provincia de Pampanga, en especial en la barriada de San Pedro, conocida por su representación realista de la crucifixión y la posterior muerte de Jesús en la cruz a las 15:00 horas.
El alcalde de la ciudad manifiesta no aprobar de las crucifixiones, pero se resigna ante la afluencia de público curioso que cada año se congrega para ser testigo de esta suerte de fervor extremo religioso.