El dictador de Cuba, Raúl Castro, ha planteado limitar los mandatos de los cargos políticos y estatales “fundamentales” del país a un máximo de diez años consecutivos y ha instado a comenzar a trabajar en el rejuvenecimiento de los puestos de la Administración y del Partido Comunista de Cuba. “Hemos arribado a la conclusión de que resulta recomendable limitar a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales”, ha indicado Castro en el discurso de apertura del VI Congreso del gobernante Partido Comunista (PCC).

Además ha exhortado a trabajar, tan pronto como concluya el Congreso, para rejuvenecer toda la cadena de cargos administrativos y partidistas “desde la base hasta los compañeros que ocupan las principales responsabilidades, sin excluir al actual presidente de los Consejos del Estado y de Ministros y al primer secretario del Comité Central que resulte electo en este congreso”.

“Hoy afrontamos las consecuencias de no contar con una reserva de sustitutos debidamente preparados con suficiente experiencia y madurez para asumir las nuevas y complejas tareas de dirección en el Partido, el Estado y el Gobierno”, ha destacado Raúl Castro. No obstante, ha matizado que es una cuestión que se debe solucionar “paulatinamente, a lo largo del quinquenio, sin precipitaciones ni improvisaciones, pero empezar tan pronto como concluya el Congreso”. “El reforzamiento sistemático de nuestra institucionalidad será a la vez condición y garantía imprescindible para que esta política de renovación de los cuadros jamás ponga en riesgo la continuidad del socialismo en Cuba”, ha agregado.

Promoción de mujeres, negros o mestizos y jóvenes

El dictador cubano ha empleado más de dos horas en presentar el informe central del VI Congreso del PCC, con una intervención donde ha reclamado autocrítica a la dirección de la organización porque “lo único” que puede hacer fracasar a la revolución y al socialismo es “la incapacidad para superar los errores” que se han cometido durante más de cincuenta años. “Lo que aprobemos en este Congreso no puede sufrir la misma suerte, ni lo permitiremos, que los acuerdos de los anteriores (congresos): casi todo olvidado sin haberse cumplido. Se me cae la cara de vergüenza de tener que confesarlo públicamente en este Congreso”, ha aseverado Raúl Castro.

El dictador cubano ha destacado la necesidad de contar en el PCC con una “política de cuadros”, asunto que se tratará en una Conferencia Nacional de la organización que ha anunciado para finales de enero de 2012, para no volver a sufrir las “amarguras” que ha causado la “promoción” de dirigentes “inmaduros o inexpertos”. “Los dirigentes no surgen de escuelas ni del amiguismo favorecedor”, ha indicado.
Otra de sus críticas hacia el partido se ha dirigido a la “insuficiente sistematicidad y voluntad política para asegurar la promoción a cargos decisorios de mujeres, negros o mestizos y jóvenes, sobre la base del mérito y las condiciones personales”, otro asunto que ha calificado de “vergüenza”. En general, “asuntos como estos, que definen el futuro, jamás deberán volverse a guiar por la espontaneidad sino por la previsión y la más firme intencionalidad política de preservar y perfeccionar el socialismo en Cuba”.

Con el discurso de Raúl Castro, ha quedado inaugurado el VI Congreso del PCC al que asisten 997 delegados que estarán congregados hasta el próximo martes 19 de abril, cuando se clausurará la reunión. Este cónclave deberá ratificar el plan de ajustes económicos emprendido para superar la grave crisis que arrastra el país y también elegirá a los órganos de dirección del partido.