Apuntando maneras: Una joven española finge una violación en Roma que era en realidad un juego erótico
La policía de Roma lleva varias semanas buscando a varios delincuentes que habrían violado a una joven española de 23 años en la Piazza de Spagna. Ahora la joven acaba de derrumbarse y ha confesado que lo inventó todo y que en realidad se trataba de un juego erótico que había montado junto a su novio y que salió mal. Podría ser condenada a penas de cárcel.
La historia era creíble: la joven, española de 23 años de Erasmus en Roma, fue presuntamente abordada por varios hombres de unos 30 que la amenazaron con un cuchillo. La llevaron entre los coches aparcados cerca de Plaza de España y la violaron. Los médicos confirmaron que hubo relaciones sexuales pero no encontraron marcas de violencia. También esto lo tenía controlado: “Presa del terror no me atreví a moverme”, había declarado la joven. Era una historia montada para los médicos pero que, a través del hospital, acabó llegando a la policía.
Y a la policía ya no le cuadraron los datos. La zona donde supuestamente se produjo la violación está vigilada por varias cámaras. Ninguna de ellas recoge imágenes ni de la joven, ni de su coche, ni de los violadores. Eso unido al hecho que no había marcas de violencia hizo que los agentes presionasen a la joven en la declaración hasta hacerla confesar. “No creí que diciéndole a los médicos que había sido violada acabase en comisaría”, dijo entre lágrimas. “Dije que fue violada porque tenía miedo de no recibir el cuidado adecuado”, ha admitido.
Se hacía pasar por prostituta
Y es que la historia de esta española era bien distinta. La joven, de una familia adinerada, junto con su novio, un hombre también español de 43 años, estaban llevando a cabo un juego erótico inspirado en el papel de Donna Marta del musical “Il Rugantino”. Consistía en que él elegía un hombre y ella lo abordaba por la calle haciéndose pasar por una prostituta y se lo llevaba a un apartamento para mantener relaciones sexuales con él. Pero en esta ocasión el preservativo se rompió y ella temió haber podido contraer una enfermedad. Acabó haciendo difícil lo fácil, montando junto a su novio una historia que ha tenido en jaque a la policía, que ha creado inquietud entre los ciudadanos y que provocó que durante una semana se encendiesen las luces del Coliseo en demanda de luz sobre los casos de violencia sexual.
La broma le puede salir cara ya que podría ser condenada a penas de uno a tres años de cárcel por falso testimonio y simular una violación. La policía investiga ahora el papel de su novio en esta historia.