El Presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela ha inaugurado con su discurso la XCVII Asamblea Plenaria, que reunirá a los prelados españoles hasta el próximo viernes. Las palabras del cardenal Rouco han estado centradas, en una primera parte, en los jóvenes y en la Jornada Mundial de la Juventud, que Madrid acogerá el próximo mes de agosto: “La Jornada Mundial de la Juventud es un instrumento providencial al servicio del empeño misionero de la Iglesia en la evangelización de los jóvenes. La clarividencia apostólica de Juan Pablo II, iluminada por su gran amor a Cristo y a los jóvenes, fue el medio del que se valió la Providencia divina para poner en manos de la Iglesia este nuevo procedimiento evangelizador, tan apropiado para las generaciones jóvenes de los últimos decenios del siglo XX y de comienzos del siglo XXI”.

El arzobispo de Madrid también ha hecho referencia a palabras de Benedicto XVI: “Es vital tener raíces y bases sólidas –decía el Papa en el Angelus del pasado 5 de septiembre-. Esto es verdad especialmente hoy, cuando muchos no tienen puntos de referencia estables para construir su vida, sintiéndose así profundamente inseguros. El relativismo que se ha difundido, y para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un punto de referencia absoluto, no genera verdadera libertad, sino inestabilidad, desconcierto y conformismo con las modas del momento. Vosotros, jóvenes, tenéis el derecho de recibir de las generaciones que os preceden puntos firmes para hacer vuestras opciones y construir vuestras vidas”.

El cardenal ha finalizado la primera parte del discurso de apertura de la Asamblea Plenaria invitando a los jóvenes a encontrar a Jesús en la Eucaristía, en el sacramento de la Penitencia y en la lectura de la Biblia.

La verdad del amor humano

La familia, la escuela, la parroquia y ofrecer una educación sobre la verdad del amor humano ha sido el hilo conductor de la segunda parte de un discurso, que también ha tenido presentes a los jóvenes.

“Dos temas de vital importancia para la juventud de hoy y de mañana –ha dicho- figuran en el orden del día de la presente Asamblea: la necesaria colaboración entre la familia, la parroquia y la escuela en orden a la educación en la fe de niños y jóvenes; y la cuestión de la verdad del amor humano, como elemento clave de la maduración de los jóvenes como personas y, por consiguiente, del bien común de toda la sociedad”.

Mons. Rouco Varela ha insistido en que el desconocimiento de la verdad del amor está causando mucho sufrimiento y rompiendo muchas vidas. Y ha afirmado que nuestras familias, escuelas y parroquias, con el aliento de los Pastores, ha de ayudar a los jóvenes a evitar la ignorancia de una verdad tan decisiva para sus vidas: “Anunciar el Evangelio del matrimonio y de la familia es, sin duda –ha terminado diciendo el Presidente de la Conferencia Episcopal- , uno de los aspectos más hermosa de la nueva evangelización”.