La crisis reduce la dignidad de los españoles a sus cotas más bajas: Antes cornudo que pagar manutención
La crisis obliga a reducir gastos y apretarse el cinturón. La situación se agrava cuando no se tiene ni una nómina con la que hacer frente a este difícil escenario y, para más inri, hay que pagar la manutención de un hijo. En medio de este escenario, muchos padres malagueños se hacen la misma pregunta, «¿el niño al que mantengo, será mío?».
Gracias a los avance científicos, salir de dudas es fácil, rápido y discreto. El laboratorio granadino Lorgen (empresa creada en 2003 por investigadores de la Universidad de Granada y especializada en identificación genética) comercializa a través de las farmacias malagueñas un kit que permite realizar el test de paternidad sin salir de casa y, según revelan, la demanda de este producto se ha duplicado en el último año. «Hemos pasado de vender en torno a un centenar a más de doscientos en la provincia de Málaga», señala Francisco Fernández, responsable analista de Lorgen.
Con este resultado, la provincia se sitúa en el segundo puesto regional por número de solicitudes, solo por detrás de Granada. De este modo, la demanda procedente de Málaga representa el 31% del total registrado en Andalucía, donde se realizaron 640 pruebas de este tipo a lo largo del pasado ejercicio.
Con validez judicial
Como explica el analista del laboratorio granadino, los test que más han incrementado el volumen de peticiones son los que tienen validez judicial. «En estos casos, el objetivo fundamental de quienes nos los piden es dejar de pagar la manutención al que hasta ese momento tenían reconocido como su hijo. La crisis y las altas cifras de desempleo han incidido fuertemente en la demanda de dichas pruebas que, si salen negativas, pueden utilizarse para exigir ante un juzgado la retirada de la pensión», detalla el experto Francisco Fernández.
Sin embargo, como precisa este experto, el porcentaje de dichos negativos no suele superar el 20%. Para salir de dudas, el sistema es muy sencillo, basta con tomar una muestra de ADN de la saliva del supuesto padre y del supuesto hijo. Para ello sirve desde desde un chupete a un cepillo de dientes del menor. Tomadas las pruebas, el interesado debe remitirlas al citado laboratorio de Granada que, en el plazo de una semana, enviará los resultados a la farmacia o al mismo domicilio del solicitante.
El precio de esta prueba de paternidad es de 495 euros y, según aseguran desde Lorgen, tiene una fiabilidad del 99,9%, dado que analizan un total de quince marcadores genéticos. «Toda la información es tratada de manera estrictamente confidencial y los resultados son remitidos por correo certificado a la dirección que nos indiquen, de forma totalmente discreta», asevera la empresa.
En el caso de que se desee que el test tenga validez jurídica, el único requisito añadido es que se requiere la firma de dos testigos, que deben estar presentes en el momento de su realización. Asimismo, se deberá presentar el libro de familia.
Más procedimientos
Preguntado por este incremento de pruebas de paternidad, el magistrado de familia, José Luis Utrera, admite que en los últimos años ha habido un cambio social que ha impulsado el número de procedimientos de impugnación de la filiación, aunque insiste en que numéricamente siguen siendo minoritarios.
«Hace dos décadas era rarísimo que llegara un expediente de este tipo. Actualmente podemos ver unos diez casos anuales. Se ha producido un aumento, pero el volumen aún es residual», aclara.
En esta línea, la presidenta de la Asociación Provincial de Abogados de Familia, Gabriela Domingo, considera que la mayoría de estos test se efectúan a nivel particular, para salir de dudas «ante la mayor promiscuidad», de hoy día, aunque matiza que pocos de estos casos llegan finalmente a los juzgados.