Zapatero avisa a sus barones que los mercados no se fían de las autonomías
Los dos principales partidos españoles, PSOE y PP, se tiran estos días los trastos a la cabeza por sus distintas percepciones del modelo territorial del Estado. No es de extrañar, por tanto, que el mundo entero parezca no tener muy claro aún en qué consiste la España de las autonomías. Así que, cuando la crisis económica aprieta, surgen los recelos. José Luis Rodríguez Zapatero advirtió ayer a los presidentes autonómicos y líderes territoriales del PSOE, reunidos en Ferraz, que los mercados internacionales no se fían de las autonomías.
Por eso, según algunos convocados, Zapatero defendió que es fundamental emitir señales al mundo de que el Gobierno y las autonomías tienen un plan coordinado de reducción del déficit. Y que, en todo caso, si alguna comunidad intenta salirse del tiesto, el Ejecutivo intervendrá y lo impedirá. Zapatero habría justificado así el mensaje de dureza ante las autonomías que lanzó el pasado lunes en el ‘Financial Times’.
El presidente de Andalucía, José Antonio Griñán, lo justificó: “El presidente del Gobierno no sólo tiene pleno derecho de decirlo, sino que tiene la obligación de decirlo”. Y el ex presidente de Catalunya, José Montilla, corroboró que “siempre es difícil de explicar” en el exterior el modelo territorial de España, y que a él también le ocurrió mientras presidió la Generalitat.
Pese a que en la familia socialista hay muchos matices con respecto a cuál debe ser el modelo de Estado, Zapatero y todos los barones y líderes territoriales socialistas están de acuerdo no sólo en mantener el esfuerzo de contención del déficit, sino en introducir “retoques” para reducir gastos. Y siguen ultimando las propuestas que presentarán en la convención autonómica de Zaragoza del próximo fin de semana.
En Ferraz también se escuchó ayer algún reproche, sotto voce, hacia Cataluña. En concreto, hacia su situación financiera. El andaluz Griñán, que actuó al término de la cita como portavoz de todos los barones socialistas, cargó contra el PP por predicar austeridad y cuestionar el gasto autonómico cuando criticó que la Comunidad de Valencia y el Ayuntamiento de Madrid, ambos en manos del PP, tienen el récord de mayores endeudamientos. Y defendió así que Zapatero se haya negado a mantener abiertos algunos grifos para contener el déficit. “No es lo mismo que alguien sobrepase el déficit con un endeudamiento pequeño que con uno muy grande”, zanjó Griñán. El problema de Catalunya, según lamentan algunos en el PSOE, es precisamente que se ha desviado en el déficit y que tiene un nivel alto de endeudamiento.
Pero Montilla defendió la salud financiera de Cataluña. A la salida de la cita, insistió en que le había comunicado a su sucesor al frente de la Generalitat, Artur Mas, que no se encontraría facturas escondidas en el cajón. Incluso dio por hecho que el Gobierno autorizará la próxima emisión de deuda de la Generalitat. “Que no haya barra libre no quiere decir que se cierre el grifo”. No sólo relativizaba las palabras de Zapatero en el Financial Times, sino que corregía la severidad del secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, contrario a aprobar nuevas emisiones de deuda. Y zanjó que Cataluña no estará a la cabeza de las autonomías en endeudamiento, como lamentó que sí lo estuvo hace diez años.