El nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, afirmó ayer en una entrevista a Canal Sur que “la falta de coordinación y conexión informática” entre los distintos juzgados puede derivar “teóricamente” en otro caso como el de Mari Luz Cortés. Como se sabe, esta niña fue asesinada presuntamente por Santiago del Valle, que estaba libre porque no se había ejecutado una sentencia contra él por abusos sexuales a menores. Tres años antes, en abril de 2008, su antecesor en el cargo, Augusto Méndez de Lugo decía textualmente: “El caso Mari Luz evidencia que el modelo judicial no funciona”. Y los años siguen pasando.

El nuevo presidente del TSJA que pidió “sensibilidad política” a la Junta para la creación de nuevas sedes judiciales y su conexión informática. Téngase en cuenta que las transferencias de Justicia a la Junta de Andalucía datan de hace 14 años y tras todo ese tiempo, “la Administración de Justicia, ahora mismo, no se comunica electrónicamente, y casi todo es en formato papel”.

Hace 3 años, el 17 de abril de 2008, el entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla, Augusto Méndez de Lugo, advirtió que el “conjunto de errores” que se conocieron a raíz del asesinato de Mari Luz Cortés ponen de manifiesto un sistema judicial “que no funciona” y que hay que cambiar “en su totalidad”. Con independencia de que se depuren las responsabilidades por el caso Mariluz, este caso, para él, había evidenciado que el actual sistema judicial “no sirve” y que no sólo necesitaba una mera reforma.

El ex presidente del TSJA había criticado que se siguiera contando con una Ley de Enjuiciamiento Criminal del siglo XIX y lamentó que la modernización de la Administración de Justicia esté “muy lejos” de ser “completa”. Aunque ha reconocido el esfuerzo de las autoridades competentes para implantar las nuevas tecnologías en el ámbito de la nueva Oficina Judicial, ha destacado una “parálisis total” y una “legislatura perdida” en su puesta en marcha.

“Frente a una actividad frenética de los Juzgados y Tribunales, absolutamente nada se ha dado a la luz ni en la implantación de la Oficina Judicial, ni en las reformas legislativas que tanta falta hacen para dar apoyo normativo a todas esas novedades para un nuevo modelo de Justicia”, añadió.

Según Méndez de Lugo, debía profundizarse en el establecimiento de redes de comunicación “eficaces” y de medios organizativos como el expediente digital, que permitieran disponer de toda la información precisa sobre el estado de las causas y la situación procesal del ciudadano “con sólo darle a un clic”.

En este sentido, incidió en que únicamente con la corrección de las “deficiencias estructurales” de la administración de Justicia podrá ofrecerse al ciudadano “un verdadero servicio público de calidad”.

Había destacado igualmente que la mayoría de los jueces “rebasa con creces” los niveles exigibles de trabajo y de calidad establecidos en los módulos aprobados por el Consejo General del Poder Judicial.

El presidente del TSJA dijo entonces que “cabía esperar mucho” de esta nueva legislatura para afrontar “de una vez” un modelo de Justicia del siglo XXI, puesto que el actual -ha insistido- ha quedado “totalmente desfasado y no sirve”.