Fin de año
Una amiga especialmente querida me dijo que teníamos que despedir 2010 con todos los honores, incluso brindando por su final. Como el año ha sido malo, en principio cuesta entender ese brindis. No obstante, ella volvía a tener razón. Cuando algo termina otra etapa comienza, con nuevas oportunidades, con ilusiones que nos llenan de esperanza, con la alegría de vivir momentos intensos y felices. Mi primer y único brindis en fin de año ha sido ese. Se lo prometí.
Un amigo de siempre, de largas e interesantes conversaciones me felicitó el nuevo año hablándome de la carta a los Reyes Magos. Me conoce y sabe que ese día tiene significado y fuerza para mí. También le asistía la razón. Debemos pedir tantas cosas para mejorar en 2011 que la carta resulta extensa aunque imprescindible.
Mi tentación, por dedicarme a la política, sería aprovechar esta ocasión para denunciar los errores del gobierno comparándolos con los aciertos que nosotros podríamos aportar en la actual situación. Pero hoy, todavía en las fiestas de Navidad, prefiero elegir otro enfoque. Me encantaría ser más sensible que crítica y analizar desde un prisma diferente, con cercanía y comprensión.
Es verdad que en España con la crisis han cerrado más de 1. 200.000 empresas. Eso no hay país que lo soporte. Supone caer en tal grado de desconfianza e inseguridad que la espiral de fracaso está garantizada. Pero brindemos por las familias afectadas y pidamos en nuestra carta que vean otras posibilidades, que las pérdidas no sean irreparables, que este año acierten con un negocio rentable. Queremos familias que vuelvan a sonreír felices porque vislumbren un horizonte de prosperidad.
También es cierto que el paro ha dejado en la cuneta a cerca de cinco millones de españoles. No sé cómo habrán pasado estos días de celebraciones y alegría, pero seguro que con demasiada ansiedad e incertidumbre. Brindemos por todos para que sientan nuestro apoyo y pidamos que pronto en España se adopten las medidas necesarias para que las inversiones aparezcan y con ellas, la creación de empleo siempre tan prometida y todavía tan alejada. Queremos personas con unas vidas repletas de dignidad que puedan permitirse el diseño de sus proyectos de futuro.
Por lo anterior, los niños son víctimas frecuentes de los problemas de los adultos y muchos han conocido ya unas circunstancias muy difíciles con agobios económicos y con frustración. Pero es verdad que tienen la capacidad admirable de soñar dentro de su mundo inocente, sin maldad, en el que todo es posible. Brindemos para que no lo pierdan, para que sigan contando los días que faltan hasta que la cabalgata les anuncie la visita silenciosa que después se producirá en sus hogares con la mayor magia de todos los tiempos. Pidamos que sus juguetes preferidos les inunden los ojos de ese brillo húmedo, inmenso y feliz. Pidamos que sus padres, desbordados de problemas, sepan emocionarse disfrutando con instantes irrepetibles.
Y yo. Me he equivocado en numerosas ocasiones en 2010. Seguro que por mis errores he causado daños evitables. Nunca me ha faltado el propósito de enmienda que en la práctica desaparece con demasiada facilidad. Quiero brindar, ofreciendo mis disculpas más sinceras, por aquellas personas a las que haya podido molestar a causa de mi torpeza y les aseguro en mi descargo que sólo me ha movido el ánimo de colaboración.
Pido a los Reyes, y en particular a mi querido Rey Gaspar, un montón de cosas. En lo personal deseo conocer nuevas experiencias que me ayuden a crecer, a vivir intensamente la vida normal para la que nunca me queda tiempo, a ser feliz compartiendo con las personas más queridas, a abrir mi corazón de forma infinita, sin prejuicios. Le pido ser valiente y atrevida para comprometerme con lo importante. Le pido que me ayude a acertar y a priorizar alimentando siempre los mejores sentimientos.
En lo político sabéis de sobra lo que quiero. Espero que me acompañen la fuerza y el entusiasmo para estar a la altura de los cambios que se avecinan y que provocarán en nuestros adversarios la más mezquina resistencia.
Pido que eso no nos afecte para que podamos ser mucho mejores que ellos. Sólo así formaremos juntos, con todos los españoles, un gran equipo. El que necesitamos.
Sólo así conquistaremos nuestro futuro.