Benedicto XVI defiende a la familia como “la unión indisoluble del hombre y la mujer”
Durante la celebración de la Santa Misa en el Templo de la Sagrada Familia, el Papa Benedicto XVI ha hecho un llamamiento a la familia a la que ha definido como “escuela de amor, oración y trabajo”. Por eso, el Santo Padre ha recordado que “los patrocinadores de este templo querían mostrar al mundo el amor, el trabajo y el servicio vividos ante Dios, tal como los vivió la Sagrada Familia de Nazaret”. Lea aquí íntegra la homilía del Papa en la Sagrada FamiliaPDF
El Santo Padre ha querido, por ello, incidir en que a pesar de que “las condiciones de la vida han cambiado mucho y con ellas se ha avanzado enormemente en ámbitos técnicos, sociales y culturales. No podemos contentarnos con estos progresos.Junto a ellos deben estar siempre los progresos morales, como la atención, protección y ayuda a la familia, ya que el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural. Sólo donde existen el amor y la fidelidad, nace y perdura la verdadera libertad”.
Por eso, ha recordado el Pontífice, “la Iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización; para que el hombre la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean decididamente apoyados por el Estado; para que se defienda la vida de los hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepción; para que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente”.
Benedicto XVI tampoco ha querido olvidarse de hacer un llamamiento a la vida, incidiendo en que “la Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar”.
El Santo Padre ha tenido, además, un recuerdo especial hacia Antoni Gaudí, autor de la Sagrada Familia, a la que ha definido como el mejor ejemplo de lo que representa Dios para la Iglesia: “El Señor Jesús es la piedra que soporta el peso del mundo, que mantiene la cohesión de la Iglesia y que recoge en unidad final todas las conquistas de la humanidad”.
“Él es la roca sobre la que se cimienta nuestra fe. Apoyados en esa fe, busquemos juntos mostrar al mundo el rostro de Dios, que es amor y el único que puede responder al anhelo de plenitud del hombre. Ésa es la gran tarea, mostrar a todos que Dios es Dios de paz y no de violencia, de libertad y no de coacción, de concordia y no de discordia”, ha dicho Benedicto XVI.
“En este sentido, pienso que la dedicación de este templo de la Sagrada Familia, en una época en la que el hombre pretende edificar su vida de espaldas a Dios, como si ya no tuviera nada que decirle, resulta un hecho de gran significado. Gaudí, con su obra, nos muestra que Dios es la verdadera medida del hombre. Que el secreto de la auténtica originalidad está, como decía él, en volver al origen que es Dios”.
“Él mismo, abriendo así su espíritu a Dios ha sido capaz de crear en esta ciudad un espacio de belleza, de fe y de esperanza, que lleva al hombre al encuentro con quien es la Verdad y la Bellezamisma. Así expresaba el arquitecto sus sentimientos: «Un templo [es] la única cosa digna de representar el sentir de un pueblo, ya que la religión es la cosa más elevada en el hombre”, ha asegurado el Santo Padre.
El Papa ha utilizado el catalán para iniciar y cerrar su homilía en la misa de dedicación de la Sagrada Familia al culto, con referencias a la Virgen de Montserrat y a la Merced, patronas de Cataluña y de Barcelona, respectivamente. Además, al término de su discurso Benedicto XVI se ha dirigido a los fieles en esta lengua para confiar la protección de la Virgen a todos quienes han hecho posible el “milagro” de la construcción del templo de Gaudí y pedir que la Madre de Dios interceda ante quienes acudan al templo en el futuro.