Por supuesto no he asistido a la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo que me ha parecido una mascarada y un ejercicio de doble moral insoportable. La AVT ha degenerado en un satélite pepero, con desprecio a la memoria, dignidad y justicia de las víctimas, de sus familiares; satélite subvencionado.

Quien está en el Gobierno es el PP; quien ha soltado a Bolinaga ha sido el PP, todo el PP. Tendría que haber sido una manifestación contra el Gobierno y el PP, pero eso pone en riesgo la subvenciones. Incluso el PP ha tenido la desfachatez de filtrar que ha ofrecido un puesto –un sueldo- en las listas de las generales a Ángeles Pedraza.

Que debía haber sido una manifestación contra el PP porque su política es pura continuidad del pacto de Zapatero con ETA, porque es un pacto del sistema, estaba claro, por las crónicas, entre los asistentes que han increpado a los dirigentes del PP que han ido a hacer el paripé. Aunque carece de sentido que al tiempo se aplauda a Esperanza Aguirre y a Jaime Mayor Oreja, que son del mismo partido, y ni han dicho nada ni por supuesto han dimitido. Si se tiene en cuenta que no se cedió ante ETA en el ultimátum cuando tenía secuestrado a Miguel Ángel Blanco por cosas como soltar a Bolinaga se llega a entender las tragaderas y la inmundicia de esta mafia pepera, de toda ella.

Seamos claros, que los tiempos no están para circunloquios ni pérdidas de tiempo: el PP está encantado con esta sentencia, que legitima y acelera la cesión del sistema ante la banda terrorista que siempre ha formado parte del sistema. Vamos, que el PP iba a ilegalizar a Bildu o a Sortu o a la madre que los parió y ahí están en las instituciones y cobrando subvenciones del contribuyente. Es todo una farsa, una mentira y la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que fue una referencia moral, ha degenerado en parte de esa mentira, en mentira total. Así que el discurso de Ángeles Pedraza, a tenor de las crónicas, no fue más que buenismo y marear la perdiz.

No tiene ningún sentido que en Estrasburgo haya un tribunal que decida sobre España, en ninguno de los sentidos y mucho menos en cuestión tan delicada como el terrorismo y delitos tan graves como violaciones. Pero tampoco, la verdad, tiene sentido la doctrina Parot y esas mentiras groseras de condenas a 3.856 años; es decir, a casi cuatro milenios. ¡Qué asquerosas mentiras del sistema! Basta y sobra con cadena perpetua no revisable. Nunca se afrontan las cuestiones de frente y así nos luce el pelo.

Llevamos, sí, dos años sin muertos por terrorismo y la casta parasitaria está encantadita con su propio síndrome de Estocolmo, con la Asociación de Víctimas del Terrorismo participando en la farsa, que no viene mal un poco de coros y danzas para que se desfogue el populacho y todo siga igual. Pero se va cada vez más por el abismo de la independencia, que no sólo es la victoria de ETA, como retórica, sino que es la patente de corso para el genocidio moral y físico de los españoles en zonas entrañables de nuestra querida Patria. Cuando los muertos, las víctimas se disparan exponencialmente es cuado los asesinos toman el poder y de ello está la historia plagada de casos, sin excepción. Primero asesinan a los mejores, luego pueden pasar un tiempo bien disfrazados con la piel de cordero y luego, con los resortes del poder en sus manos, hacen las purgas y los ajustes de cuentas; las depuraciones. Todo eso lo está admitiendo este Gobierno cobarde y lelo, al que la Asociación de Víctimas del Terrorismo no se atreve a hacer ninguna crítica y su presidenta se ha hecho fotos con todo dirigente pepero que se ha puesto a tiro, incluido ese Rajoy para el que es más importante que llueva que el que se suelte a una asesina múltiple como Inés del Río.

El PP es culpable. Todo el PP es culpable. Aunque la AVT no se atreva a decirlo.