Carles Castellanos, ante un centro comercial ‘Hipercor’.

Qirze Tristany.- Como saben los lectores de Alerta Digital, el pasado 11 de setiembre, miles de personas colapsaron el centro de Barcelona durante una gran manifestación convocada con motivo de la Diada de Cataluña y cuyo mensaje, sin aristas, era el de reclamar la independencia.

La movilización, histórica por sus dimensiones, significado y consecuencias aún por conocer, concentró durante más de tres horas a una masa humana cuya cifra exacta despertó una guerra de cifras entre instituciones. Mientras los organizadores -la Assemblea Nacional Catalana (ANC)- y los Mossos d’Esquadra situaron la afluencia entre 1,5 y dos millones de personas, la Guardia Civil y la Policía Nacional la rebajaron hasta los 600.000.

Para cualquier observador fiel a la verdad, la cifra de 600.000 personas es la que más se acerca a lo que realmente pasó. Incluso algún periódico independentista de última hora como La Vanguardia ha reconocido esa fecha como la más real.

Aun así hay que considerar que se trata de una cifra brutal. Hemos de pensar que el pueblo catalán ha sido envilecido, degradado, humillado, desnaturalizado y desposeído de cualquier instinto de supervivencia en los últimos 30 años.

Pero todo esto es una história que empezó hace mucho tiempo, cuando Jordi Pujol llegó a la Presidencia Generalitat de Cataluña en 1982. En ese momento empezó la desespañolización de Cataluña y la puesta en marcha del proyecto de ingeniería social para separarla del resto de sus hermanos españoles.

Sobre todo este proceso habría mucho de que hablar, pero ahora simplemente queremos descifrar quiénes son, quiénes están y han estado moviendo los hilos de la gran manifestación separatista que se desarrolló el pasado 11 de septiembre. Por sus protagonistas veremos las consecuencias que nos deparan, ante la clamorosa ineficiencia de un Gobierno central colaboracionista, torpe, traidor, cobarde e incapaz de visualizar lo que nos espera.

El penúltimo gran experimento inicial

Hace un par de años los grupos separatistas organizados lanzaron un experimento que fue exaltado a bombo y platillo por los medios de información de la Generalitat de Cataluña, que siempre han estado en sus manos.

Exactamente fue el 13 de septiembre del 2009, cuando se produjo la primera consulta sobre la independencia de Cataluña celebrada en Arenys de Munt y cuya trascendencia removió los cimientos de la política catalana y española.

El ruido mediático que provocó esa primera consulta, y un separatismo que se retroalimenta mediante el movimiento, pues es sabedor que si un día se detiene le será muy difícil volver a arrancar, le proporcionó esperanzas para intentar nuevas movilizaciones, aunque esta vez lo haría intentando tener mas colaboradores. Si hasta ahora siempre eran los mismos; es decir, los separatistas radicales y los partidos de siempre, ahora iban a intentar acercarse a la dirección de CiU, que en los últimos tiempos se había desecho de los sectores autonomistas y los estaba sustituyendo por separatistas moderados en las formas, pero radicales en los principios.

A raíz de ese experimento de la consulta de Arenys de Munt, y dando un nuevo paso el 30 de abril del 2011, los separatistas radicales provenientes de diferentes sectores se unen en la Asamblea Nacional Catalana, y auque dirigidos por elementos de extrema izquierda que incluso habían estado en el pasado detenidos por pertenecer o colaborar con organizaciones terroristas, consiguen esta vez el apoyo de elementos nacionalistas de CiU. Así se crea una asamblea, formada por unas 30 personas, cuyo objetivo es separar a Cataluña del resto de España. Desarrollan para ello una actividad continua y organizada que contará con la colaboración de CiU y de todos los medios de comunicación a las ordenes de la Generalitat, quienes mediante multitudinarias subvenciones propagarán todo lo concerniente a la nueva organización separatista, la citada Asamblea Nacional Catalana.

Hemos de pensar que la Generalitat de Cataluña, a las órdenes de CiU, dispone de innumerables cadenas de televisión, emisoras de radio, diarios y toda una miríada de organizaciones, fundaciones, asociaciones deportivas lúdicas, culturales, musicales, empresas publicas, donde desde hace años ha ido colocando a sus peones y que se llevan una parte muy importante del presupuesto en forma de subvenciones millonarias y sueldos millonarios.

Desde que Jordi Pujol llegó al poder en 1982, se calcula que solo las asociaciones separatistas camufladas bajo diferentes nominaciones han recibido unos 20.000 millones de euros. Es decir, que la independencia en parte ha crecido a base de talonario.

11 de septiembre de 2012, una fecha para enmarcar

Si un día, en algún foro, se habla de cómo mover masas y de la forma correcta de hacerlo, se tendrá que recurrir a los que organizaron esta manifestación.

Vamos por partes: En enero del 2012, la Asamblea Nacional Catalana propone a ERC y SC la convocatoria de una manifestación conjunta. Dichos partidos se oponen, pues su rivalidad para conseguir votos y representación les lleva a una lucha constante que son incapaces de superar. La Asamblea lo intenta y propone implicar también a CiU dado que algunos de los integrantes de la Asamblea, como por ejemplo el Alcalde de Vic, Vila d’Abadal, militan en este partido. ERC y SC se lo piensan y llegan al acuerdo de que si CiU participa, ellos aparcarán su enemistad y acudirán a la concentración como una sola voz.

La Asamblea se reúne con Francesc Homs a principio de marzo y el portavoz de la Generalitat se compromete a participar. Aún así, elementos de la asamblea no lo vieron claro y le exigieron a la Generalitat el control absoluto de los medios de comunicación que dependen de las subvenciones públicas. Es así como a inicios de abril, la Asamblea Nacional Catalana tiene a casi todos los medios catalanes a sus órdenes. En ellos, a todas horas y de forma machacona, como un mantra, se habla de la gran manifestación que se organizará de forma conjunta el 11 de septiembre.

Al mismo tiempo, la asamblea exige a CiU que fuerce a sus concejales y alcaldes a sumarse a la manifestación, ya que no todos ellos son partidarios de manifestarse bajo lemas claramente separatistas. Así, las direcciones de Convergencia Democràtica de Catalunya y de Unió Democràtica de Catalunya se dedican durante meses a persuadir a sus cargos públicos, llegando incluso a amenazar con la expulsión a los alcaldes y concejales que no vayan acompañados por comitivas de sus respectivas localidades.

Algunos miembros nada inocentes ni pacificos

Muchos de los elementos que forman la ANC llevan su actividad con cierta discreción. Algunos solo aportan su nombre por ser personajillos que cuentan con algún prestigio debido a sus actividades profesionales, pero otros muchos, los verdaderos dirigentes, esconden sus nombres y “pasado” y no han sido dados a conocer a la opinión pública. Desde Alerta Digital serán desenmascarados. Entre ellos hay alcaldes de CiU y elementos de ERC. Pero también se cuentan separatistas rabiosos y de la peor jaez. Estos son algunos:

Carles Catellanos: Es el principal dirigente. Miembro del “Consell Permanent” de la Asamblea, estuvo detenido en múltiples ocasiones, acusado y condenado por haber sido miembro de la organización terrorista Terra Lliure, además de un notorio propagandista de ETA y sus amigos. Fue fundador de PSAN, MDT y paga actualmente cuota en las CUP.

Carles Benitez: Otro charnego detenido por haber sido uno de los máximos dirigentes de la organización terrorista Terra Lluire. Uno de los históricos del independentismo. Pasó por el MDT y ahora milita en las CUP.

Josep Maria Terrricabras: Gran activista antifascista y contra cualquier cosa que tenga la mínima connotación española. Recibe un trato muy favorable de los medios informativos catalanes, donde puede expresar sus opiniones cuando lo desea.

Patricia Gabancho: Argentina nacionalizada española y que se dedica a atacar constantemente, con saña y odio, a España. Evidentemente, tiene a TV3 a su disposición.

Antonio Lecha: Hermano de la antigua militante del MDT, Teresa Lecha, también detenida por terrorismo y compañera sentimental de Carles Castellanos.

Aureli Argemí: Personaje siniestro, antiguo sacerdote proetarra, que siempre ha gozado del favor de los subvencionadores. Fundador de CIEMEN (entidad subvencionada), que desde hace 30 años defiende que el Estado Español está constituido por cuatro naciones: Cataluña, Euskadi, Galicia y España. También fue fundador de la organización “Crida a la Solidaritat”, que logró pingües subvenciones. Se dice que podría mantener relaciones con el separatista Angel Colom, amigo de los inmigrantes marroquíes.

Eva Serra: Otra antigua militante. Detenida en multitud ocasiones por delitos de terrorismo.

Blanca Serra: hermana de la anterior e implicada en las mismas actividades. Fue acusada de colaborar con ETA en julio de 1980 y de pertenecer a Terra Lliure.

Francesc Ribera (Titot): Otro charnego. Cantante de baja estrofa en diferentes grupos separatistas. Sus canciones oscilan entre la apología de la borrachera y de la “maría”. En sus conciertos solía homenajear a los presos de Terra Lliure y de ETA.

Podríamos mencionar a muchos otros, pero con estos ejemplos nos basta para que el lector observe cómo el proceso independentista catalán no es algo inocente ni auspiciado por la “sociedad civil”, tal y como se nos cuenta. Se trata de un proceso bien elaborado donde nada hay de inocente y sí mucho de siniestro. Oponerse a ellos con todas las herramientas legales, económicas y sociales debería ser imperio en cualquier nación con apego a su supervivencia y a su continuidad histórica.