Inhabilitado un juez de Figueras por lento y dejado
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha destituido a Sergio Molina, juez sustituto del juzgado de primera instancia e instrucción número 4 de Figueras (Alt Empordà), por la lentitud y falta de motivación de sus sentencias, así como por su “dejación” en la gestión de los asuntos penales.
En una resolución del pasado 7 de septiembre, el Consejo acuerda la inhabilitación del juez sustituto a raíz del expediente de idoneidad que le abrió la sala de gobierno del TSJC a petición del presidente de la Audiencia de Gerona, Fernando Lacaba.
El informe del tribunal superior concluía que, en la jurisdicción civil, el juez dicta “resoluciones estereotipadas” que adolecen de dos defectos esenciales: no valorar la prueba practicada respecto a los puntos de divergencia de las partes y extender el pronunciamiento judicial a cuestiones parciales debatidas pero que no han sido objeto de análisis en la parte argumentativa de la sentencia.
En el ámbito de instrucción, el TSJC sostiene que el juez “no daba instrucciones al personal”, salvo que fuera requerido por los funcionarios, y mantenía una “dejación de aquellos asuntos que quedaban sobre su mesa para minutar”, lo que acabó doblando el número de asuntos penales pendientes en su juzgado.
Largo retraso para levantar un cadáver
El informe reprocha el “largo retraso” en que incurrió en una ocasión el juez para atender una diligencia de levantamiento de cadáver y las “quejas verbales” que varios abogados hicieron llegar sobre él al presidente de la Audiencia de Gerona.
Además, añade la sala de gobierno del tribunal catalán, la propia Fiscalía de Gerona ha remitido al TSJC un informe en el que reproduce las quejas que ha planteado verbalmente en otras ocasiones por las “notorias deficiencias técnicas y jurídicas” de Sergio Molina.
El juzgado que dirigía Sergio Molina, abogado que consiguió la plaza de sustituto de uno de los juzgados de Figueres, investiga desde septiembre del año pasado una trama de favorecimiento de la inmigración ilegal y la prostitución vinculada al burdel de Roses ‘Club Flamingo’.
Providencias en el burdel
Según publica hoy el periódico El País, en el registro de las oficinas del Club Flamingo efectuadas el pasado mes de marzo se encontraron varias providencias del juez Sergio Molina que autorizaban a la intervención de los teléfonos del burdel.
Ese tipo de diligencias deben declararse secretas –sin que sepan de ellas más que el juez y la fiscalía–, ya que pierden sentido si los interlocutores de las escuchas telefónicas son conscientes de que sus conversaciones están siendo intervenidas por la policía.
De probarse que en el caso del Club Flamingo se ha producido una filtración de informaciones secretas bajo investigación judicial, ese hecho podría constituir un delito castigado con penas de entre tres años y medio y cinco de prisión, añade El País.