No se definen como un movimiento dentro de la Iglesia Católica, sino como «un instrumento que se pone al servicio de los obispos en las parroquias, con el fin de reconducir a la fe a quienes la han abandonado o nunca la han tenido», según palabras de su fundador, Kiko Argüelles. En estos momentos, según fuentes del propio Camino Neocatecumenal, hay en Málaga 2.600 miembros que conforman comunidades de cuarenta o cincuenta personas y que se organizan en torno a diferentes parroquias.

Hay comunidades de ‘kikos’ en las parroquias San Patricio, Claret, Purísima Concepción, Nuestra Señora de Fátima, El Carmen, Esperanza, Santo Tomás de Aquino, Cristo Resucitado, en Torremolinos; Asunción, en Cómpeta, San José, en Estepona; San Pedro Alcántara y en la parroquia de San Andrés, en Torre del Mar. Estas mismas fuentes indican que el número de miembros no incluye a los hijos y que si los contabilizaran, la cifra se duplicaría: «nuestras familias tienen seis, siete, diez y hasta trece hijos. Vivimos la obediencia al Papa y a Cristo y estamos abiertos a la vida y a la voluntad de Dios», dicen. También aseguran que son Católicos, Apostólicos y Romanos y que así lo muestran en hechos concretos de la vida. Acuden a misa una vez por semana (los sábados por la tarde); y también tienen un encuentro pastoral una vez a la semana, además de un encuentro de convivencia que tiene lugar una vez al mes.