El pequeño de los hermanos Roca, Jordi Roca, ha asegurado que están “contentísimos de estar ahí arriba, entre las diez primeras posiciones”, y que es un resultado fantástico y se sienten muy cómodos con él.

En declaraciones a Europapress Jordi Roca asegura que “es cierto que hemos recibido el apoyo de muchos amigos y gente que nos quiere, que nos deseaban la primera posición, pero repito, es un fantástico resultado para nosotros y para la cocina española, Andoni Luis Aduriz (Mugaritz) también está allá arriba, Juan Mari (Arzak) y entra Quique Dacosta (del restaurante Quique Dacosta), estamos ahí arriba”.

De todos modos, Jordi Roca ha alertado que la lista no puede medirse, “que es anacrónica, que no responde a ninguna lógica” y que sabían que no podía pasar cualquier cosa.

“No nos habíamos marcado ninguna expectativa ni ilusión, sabíamos que había que cogerla con pinzas y es lo que hemos hecho desde el principio y cada año cuando llega esta día nos ponemos contentos si estamos ahí”, ha expuesto.

CONTENTAR A LOS CLIENTES

El pequeño de los Roca ha asegurado que su principal objetivo es seguir haciendo su trabajo y conseguir que la gente salga contenta del restaurante.

“Nos alegra mucho ser nombrados como el segundo mejor restaurante del mundo; es una posición fantástica, pero la verdad es que el compromiso lo tenemos con la gente que visita cada día el restaurante”, ha reiterado.

Aun así, ha reconocido que es un acontecimiento muy importante a nivel mediático, que repercute mucho y que es importante, pero que no responde a la realidad de la cocina española: “Si no, estaríamos más bien posicionados, no nosotros, sino todos los demás que no están en la lista”.

Jordi Roca y el equipo de El Celler de Can Roca han disfrutado del galardón por las calles de Gerona, la mejor manera de celebrar la continuidad en el número de dos de los cincuenta mejores restaurantes del mundo.