El pasado 29 de enero, el periódico británico anunciaba, en su edición dominical, la afición por las compras de la primera dama de Estados Unidos. El Sunday Telegraph publicaba un artículo en el que hacía referencia a los 50.000 dólares que Michelle Obama se habría gastado en una conocida firma de ropa interior.

El diario afirmaba que la mujer del presidente de los Estados Unidos habría ordenado cerrar parte de la tienda que la marca de lencería Agent Provocateur posee en la neoyorkina avenida Madison para así poder realizar tranquilamente sus compras.
“Michelle Obama ha desatado la ira de los estadounidenses sin liquidez dándose un capricho de 50.000 dólares en Agent Provocateur”, apuntaba The Sunday Telegraph.

Sin embargo, la Casa Blanca se apresuró a desmentirlo mediante un comunicado enviado al Daily Mail. “La historia es cien por cien falsa”, afirmaba el comunicado firmado por la Directora de Comunicación de la primera dama, Kristina Schake.

Por su parte, la marca de lencería inglesa ni confirma, ni desmiente. “Agent Provocateur rechaza hacer cualquier tipo comentarios en lo relativo a sus clientes VIP o famosos”, declaraba un portavoz de la firma.

Agent Provocateur es una conocida firma de ropa interior fundada en 1994 por el hijo de la diseñadora Vivienne Westwood, Joseph Corré. Entre sus clientas confesas más famosas se encuentran mujeres como la jequesa de Qatar Sheikha Mozah bint Nasser AlMissned, Beyoncé Knowles o Christina Aguilera. Sin embargo, Gary Hogarth, CEO de la marca, no ha confirmado que Michelle Obama se encuentre entre el perfil tipo de sus clientas.