España, país de traidores y cobardes. España madre para algunos y puta para otros.Ayer se consumó la traición de algunos, la cobarde benevolencia de otros y el interés partidista de aquellos gobiernos “fiadores” de la sangrienta trayectoria de la banda terrorista ETA.Una banda que en cualquier país con mayúsculas no hubiera durado ni una mínima parte de sus muchos años de existencia, chantajes y asesinatos.Recordemos que es la única banda que aún queda en Europa después de que muchas otras acabaran hace décadas, exterminadas por los gobiernos con mayúsculas de los países afectados.

Cuando ETA decidió asesinar sin piedad, gobernaba Felipe González, el cual decidió inútilmente acabar con la banda con sus mismas armas, sin contar con la oposición, por aquello de que el PSOE y el PP, jamás de los jamases se han tendido la mano para mejor gobierno de España. Es más, el PSOE sobre manera mantiene un visceral odio al PP al que consideran culpable de la derrota del pasado. Digo esto porque es clave para que ETA aún hoy, muchas décadas después siga viva, muy viva y además triunfante como se ha visto.

El motivo de la longevidad de ETA es debido al apoyo que uno y otro gobierno necesitaban de los recogedores de las nueces de ETA, a la postre el PNV para gobernar pisoteando al opositor enemigo político.Esta es la clave, no lo duden jamás, de la supervivencia actual de ETA. El odio visceral entre los dos partidos mayoritarios sobre manera el del PSOE a los populares. Si estos dos partidos representantes del 95% de los españoles desde un principio hubieran adoptado medidas conjuntas para combatir a ETA, la misma hubiera desaparecido en muy poco tiempo. Nada más hay que ver que cuando los dos grupos se pusieron de acuerdo con tres décadas de retraso, en aplicar la ley de partidos, ETA se desinfló como jamás antes lo había hecho.

Sin embargo, a pesar de esta colaboración, ciertos sectores del PSOE encabezados por Rubalcaba no deseaban que el éxito fuera compartido con sus enemigos históricos. Por eso, únicamente por eso, se puede entender que una vez los socialistas llegaron al poder inmediatamente se formó la mesa de negociación -si es que no venía ya de atrás, con la banda terrorista-. Negociación con un plan de ruta que se ha ido cumpliendo paso a paso.

Primero: la liberación o la concesión del tercer grado a los presos con más peso en ETA. Segundo: legalización, mediante el tribunal constitucional de los partidos pro-etarras. Ahora, después del comunicado de ETA del día 20, sólo queda por hacer que los agentes institucionales del PSOE proclamen la doctrina Parot inconstitucional. Más adelante ya veremos lo que hace el PP si gana las elecciones que no está tan claro.

En definitiva, mientras los respectivos gobiernos pactaban con el PNV para tener para sí todo el poder, cientos de víctimas inocentes dejaban sangre y esperanzas por el mero hecho de pasar por allí o cumplir con el trabajo encomendado. Y todo porque a unos determinados individuos fanáticos, además de asesinos, les dio por asesinar, era muchos más fácil, a los inocentes ciudadanos españoles, que no “al gobierno español” que en todo caso, y al parecer había declarado el unilateral conflicto. De tales polvos no podía salir otro tal lodo que lo que hemos visto estos días.

Si en los años ochenta el PP y el PSOE hubieran pactado, hubieran acabado con ETA como otros países cercanos como Alemania, Francia, Italia e Inglaterra, por no hablar de Rusia, acabaron en poco tiempo con las bandas de asesinos que les asolaban; pero no, el PSOE tiene demasiado además de caduco orgullo herido. Y el PP no confía en absoluto en la lealtad del PSOE, y entre unos y otros, otros más que unos, ETA seguía asesinando, tomando el sol en Biarritz y paseándose por el país vasco francés como dicen ellos como perico por su casa.

Mientras los españoles cada vez mas enquistados con un problema que parecía más nuestro que de aquellos asesinos que lo crearon, alzábamos las manos blancas al cielo, gesto inútil que surgen de la rendición social. Resumiendo, como ya he dicho la existencia de ETA sólo es posible en un país como España. Se podía haber hecho cientos de cosas, excepto todo aquello que se ha hecho y se hará para nada, absolutamente para nada, después de haber prometido en vida honrar y resarcir las pérdidas de miles de españoles inocentes. Y digo lo que se podía haber hecho no hace mucho cuando ETA se convirtió en un grupo terrorista a nivel internacional, lo que hubiera servido para solicitar ayuda a la OTAN y demás servicios de inteligencia para, ya que al parecer ningún gobierno podía, restaurar la democracia en un lugar de España donde no existía.

Es decir, se trataba de internacionalizar el problema para acabar con él definitivamente como ya se hizo en otros lugares de Europa, siendo el problema mil veces mayor. Per es que también Felipe González debería haber pedido la intervención internacional, si su gobierno no era capaz, que no lo era, de garantizar la vida, libertad y democracia, que es su mayor deber a todos los españoles, pero tampoco se hizo. Por eso digo que solamente en un país de intereses varios, “varias patrias y lenguas”, cobardes y traidores, puede darse la insolente realidad de que una banda de asesinos terroristas termine asesinando además de ganado a todo un país.