Castración «quirúrgica» para los políticos «guarreras – mete manos»
¿Os parece una bestialidad? Pues también voy a pedir que a los políticos que se atrevan a robar o malversar, de cualquier forma, nuestro dinero, se les corte la mano derecha a los diestros y la izquierda a los zurdos.
Este sistema que nos han establecido a los gilipollas votantes, donde por narices tenemos que ver con normalidad que nos roben nuestros impuestos por la derecha y por la izquierda, con la mayor desvergüenza de la historia, al mismo tiempo que se entona el cántico del feminismo más radical, mientras se acosa a toda falda que pase por las administraciones de los partidos y de los chiringuitos, sí puede tener un final, y además lo tenemos que realizar nosotros.
La motosierra de Milei no es suficiente para España. Aquí hay que desmontar, en primer lugar, las estructuras de los partidos, donde se forman los chorizos desde jóvenes, con esas puertas giratorias que funcionan desde los municipios más pequeños hasta el Gobierno de la nación. Se educan con los ejemplos de los Ábalos y Koldos de turno, y ese poder intocable del que son beneficiarios es el envidiado por la militancia. Tanto la derecha como la izquierda han hecho de las licitaciones de obra pública un autoservicio de mordidas tremendas, que hasta ahora han servido para financiar los partidos; pero ahora —de lo que están muy satisfechos— ya no tienen financiación ilegal: ahora se lo llevan los sheriff a sus cuentas particulares en República Dominicana o a Dios sabe qué banco.
El primer paso sería conseguir que los que se presenten a las listas, “como es una labor vocacional”, tengan que firmar voluntariamente ante notario que, si roban un solo euro del dinero público, admitirán perder “solo una mano” —la otra se la dejamos para no tener que darles de comer en la cárcel— y que, si se demostrase de forma contundente que está acosando a una mujer, se le castre quirúrgicamente; para el que no entienda el término, aclaro que consiste en cortarle, en este caso sí, los dos huevos.
¿No creéis que así estaríamos más tranquilos?
Y los diputados y senadores estarían rodeados de buenas personas. Y la UCO «ni te digo»











