El joven inmigrante “sin papeles” que quedó en coma cuando se encontraba en el Hospital de Manresa (Barcelona) bajo custodia policial ha muerto mientras el juez sigue investigando las circunstancias del caso, según han informado fuentes sanitarias.

El joven fue detenido el pasado 31 de agosto, por usar documentación falsa y carecer de permiso de residencia, y quedó en coma mientras se encontraba en un box penitenciario del hospital para curarse de unas heridas que sufrió, al parecer, cuando huía de la policía.

Un juzgado de instrucción de Manresa investiga el caso, que ha reabierto después de archivarlo inicialmente, para comprobar si, como mantienen los Mossos d’Esquadra, el joven quedó en coma al intentar suicidarse asfixiándose con los cordones de sus zapatillas.

Según la policía autonómica, el chico estaba esposado por delante -no con las muñecas atrás, como se suele hacer en el caso de los detenidos agresivos- y de esa forma se le dejó a solas en el box de detenidos del Hospital de Manresa a la espera de recibir atención médica.

El inmigrante, de acuerdo con la versión policial, aprovechó que se encontraba a solas en el box penitenciario para sacarse los cordones de las zapatillas que llevaba y ahorcarse con ellos, atándolos previamente a la manija de la puerta. La familia del joven, sin embargo, duda de la versión policial y ha pedido al juez que ordene las diligencias necesarias para averiguar las circunstancias del suceso y, en caso de que se confirme que se trató de un intento de suicido, aclare si hubo fallos en la custodia policial del detenido.