Hoy, primer martes después del primer lunes del mes de noviembre, y como cada cuatro años, es la jornada electoral en que los estadounidenses eligen a su presidente. Hace cuatro años, el presidente Donald Trump que optaba a la reelección resultó derrotado en una votación donde la sombra de un presunto fraude provocó unos incidentes que culminaron con la ocupación del Capitolio por unas turbas, el día 6 de enero de 2021, en que el Congreso –integrado por el Senado (100), y la Cámara de Representantes (435)– debía formalizar el resultado electoral. Los 535 congresistas tuvieron que ser rescatados por la Guardia Nacional y la Policía Federal y reanudarse la sesión el día siguiente para proclamar oficialmente la victoria del candidato demócrata Joe Biden. Hoy los estadounidenses votan entre Kamala Harris, la vicepresidenta demócrata de Biden, y Donald Trump el republicano y expresidente.

El interés mundial está basado en la condición de superpotencia de los EE UU y tratarse de dos candidatos que representan la continuidad y el cambio, respectivamente. De manera informal, la UE opta mayoritariamente por Harris ante la política económica de Trump, dispuesto a establecer aranceles a las importaciones europeas en correspondencia a las que aquí se establecen para sus productos. Y en el ámbito de la Seguridad y Defensa, donde Trump aboga porque los europeos se comprometan con mayor presupuesto en su propia Defensa, incrementando notablemente los gastos destinados a ella, comenzando por un 3% del PIB de cada uno de los componentes de la OTAN, no estando dispuesto a seguir financiando la seguridad europea mayoritariamente, como hasta ahora. Este capítulo es el que concita mayor preocupación, dada la situación mundial actual con los dos frentes de guerra abiertos, en Ucrania con Rusia y en Oriente Próximo con Israel frente a Irán y sus organizaciones terroristas Hamas y Hizbulá. En particular, la relación de Trump con Putin puede conseguir un cese de las hostilidades que van camino de su tercer año sin que se atisbe ningún final negociado, caso de una victoria de Harris.

El alineamiento claro con Netanyahu por parte de Trump puede radicalizar una respuesta iraní pero a Trump parecen tenerle más «respeto» que a Harris. Para los progresistas europeos, su candidato es Harris, mientras Meloni, Orban encabezan las derechas que optan por Trump. Un dato importante es la polarización política y social existente en la sociedad estadounidense, que ha llevado a que la inmigración irregular ocupe un puesto destacado en sus preocupaciones, y a que Trump anuncie la mayor deportación de ilegales de su historia y el cierre de la frontera sur. La respuesta en unas horas.