El exministro José Luis Ábalos, con su entonces asesor Koldo García

Todas las miradas están puestas en José Luis Ábalos, después de que esta semana el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregara a la Audiencia Nacional —donde se sigue el conocido como caso Koldo— en el que se señala al exministro de Transportes como responsable directo de los contratos de material sanitario a la empresa de la trama, según informó El Debate. Él mismo pidió ayer declarar voluntariamente como testigo en el caso, y avisó al Gobierno, al señalar que la defensa de su «inocencia» va a ser «intensa».

En el informe figuran muchos nombres además del exdiputado socialista. Entre ellos el de la mujer que le acompañaba en sus viajes cuando era ministro, Jéssica Rodríguez, entonces estudiante de Odontología, como publicaron varios medios. El mes pasado, el propio Ábalos reconoció que tenía «una relación» con ella, «como las que tienen todas las personas», dijo. «Los viajes los pagaba yo, a mi cargo, no como se ha dicho», afirmó entonces, defendiendo que los gestionaba una persona de su confianza.

En el documento de la UCO se recoge que Ábalos y Jéssica mantendrían una «relación particular». Un hecho que, según el informe, «se puede constatar por la estancia de ambos en hospedajes nacionales y la participación de Jéssica en varios viajes internacionales de Ábalos» en 2019 y 2020, cuando estaba al frente de Fomento. Se indica también que además de esto, en el móvil de Koldo se han encontrado pruebas de «numerosas reservas de vuelos realizados» por este, su exasesor, a nombre de Jéssica. En total, 16 vuelos, con destino a ciudades de España o del extranjero.

Dos contratos en empresas públicas

Tal como se confirma en el informe de la Benemérita, Jéssica Rodríguez trabajó como auxiliar administrativa para la empresa de ingeniería INECO, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Los agentes que han llevado a cabo la investigación recogen en el documento los mensajes intercambiados entre Ábalos y su exasesor en el ministerio, Koldo García, en febrero de 2021, después de que Jéssica le dijera a Ábalos que se terminaba su contrato. «Hay que pasar a otro sitio y luego vuelve, lleva 18 meses», le dice este al exministro. «Díselo», le responde Ábalos. A ese primer contrato le sigue otro, que, según el informe de la OCU, pocos días después, en marzo de ese año, en esta ocasión con la empresa Tragsatec, dependiente de la SEPI, para seis meses.

Un piso en el centro de Madrid

Por otro lado, el informe señala que «de manera simultánea» a la duración de esos contratos, Jéssica Rodríguez residía en un piso en la Plaza de España, en una zona céntrica de la capital, en la Torre de Madrid. Lo que señala la UCO es que «la observación de la información aportada por la inmobiliaria evidencia que el pago del alquiler del inmueble (…) era responsabilidad de (Víctor de) Aldama», cabecilla de la trama, «ya un año antes de las adjudicaciones públicas que dieron origen» a la investigación que se sigue en la Audiencia Nacional. Indican los agentes del Instituto Armado en el documento que fue De Aldama «se valió de las personas y sociedades bajo su control», entre ellas el hermano de Koldo, Joseba García Izaguirre, para abonar ese dinero, en total 88.101,43 euros.

Se abonó el período comprendido entre marzo de 2019 y septiembre de 2021, aunque la estudiante seguiría viviendo allí hasta finales de marzo de 2022, tal como vendría a demostrar, entre otras cosas, los mensajes entre Koldo y su hermano. «Tres años y medio de casa gratis», le escribió el primero, según recoge el informe, tras una imagen publicada por Jéssica de una panorámica tomada desde la casa junto al mensaje: «Colorín colorado este cuento se ha acabado».