Las etapas de una construcción van desde la concepción inicial del proyecto hasta la inauguración del mismo. Durante este proceso hay una planificación medida de todo lo que se tiene que realizar, así como de los costes

Un proyecto que implica una construcción es sinónimo de desarrollo largo y complejo. Son muchas las fases que se llevan a cabo para levantar una vivienda o una infraestructura pública, como algunos ejemplos. Se trata de un camino multidisciplinar en el que intervienen y participan muchos profesionales de diferentes sectores para llegar a un resultado óptimo y exitoso. Desde la concepción inicial del proyecto, es decir, desde el origen, hasta la inauguración del mismo, se requiere una meticulosa planificación y una perfecta ejecución para que todo salga según lo previsto.

El inicio de todo se encuentra en la planificación y el diseño del proyecto. En esta etapa se define prácticamente todo lo que ocurrirá en las próximas semanas, meses e incluso años, dependiendo de la magnitud del proyecto. De esta forma, es al inicio cuando se realiza un cronograma paso a paso de todo lo que va a acontecer y de cada acción que se tiene que realizar. Aquí siempre entra en juego una empresa de ingeniería que desarrolla un papel imprescindible durante todo el proyecto y sus fases. Estos profesionales son los encargados, entre otras muchas cuestiones, de realizar estudios, análisis y planificaciones acerca de la viabilidad; el impacto ambiental; de la estructura de la construcción; así como de los plazos para cada acción y cada fase, y los costes que derivarán de las distintas acciones.

Permisos y licencias

Tener todos los permisos y licencias necesarios para realizar la actividad es imprescindible. Es una obligación, puesto que todas estas cuestiones se encuentran reguladas en normativas y leyes, según de la administración que procedan. Esto es necesario antes de iniciar cualquier tipo de actividad de construcción, ya que, en caso contrario, el o los responsables se enfrentan a sanciones.

Contratación y recursos

A continuación llega el momento de hacer las diversas contrataciones que se necesiten para realizar los diferentes trabajos. En esta fase, también es momento de contratar a los proveedores de los distintos recursos que harán falta de aquí en adelante.  Una vez que se concluye está fase, es momento de la preparación del sitio donde va a ir ubicada la infraestructura. Para ello es necesario hacer una limpieza del terreno, así como una nivelación del mismo. En la zona se levantarán las oficinas y demás infraestructuras temporales para el resguardo de profesionales y materiales.

Construcción

Una vez que estén todas estas cuestiones realizadas comienza la fase de construcción, que es la cuestión por la que se ha trabajado y planificado tanto tiempo. Dentro de esta fase hay varias etapas. La primera es la cimentación, que consiste en realizar la base del edificio o la infraestructura que se va a hacer. La cimentación tiene que realizarse a la perfección, puesto que es lo que después va a soportar el resto de la estructura, que es lo que a continuación se construirá.

Finalizada la estructura del edificio o de la infraestructura en cuestión es el turno de realizar las diferentes instalaciones: eléctrica, plomería, calefacción, ventilación y aire acondicionado. Después, se procede a los acabados interiores y exteriores, es decir, los diferentes pisos que tenga la estructura, las paredes y los techos. Aquí también entra en juego la pintura.

Supervisar todos estos trabajos de la fase de construcción es crucial. Por eso, es fundamental realizar controles de calidad durante todo este proceso. De esta manera, si se detecta algún error u obstáculo se puede corregir de una manera más sencilla en comparación de si se detecta más tarde.

Cuando finalice la construcción es el momento de realizar todas las pruebas necesarias para comprobar que la puesta en marcha es correcta. También se deben realizar todas las pruebas del ámbito de la seguridad para certificar que el edificio se puede utilizar. Por último, se hace entrega al cliente de la construcción y se realiza un examen final para asegurar que todas las partes están conformes con el resultado.