Siempre ha sido un clásico lo de la lucha de poderes, pero siempre el ejecutivo en manos de la izquierda más sórdida, es la que intenta manipular al legislativo. Se ha repetido cada vez que se ha hecho con el poder en este país, y la respuesta de la derecha al entrar de nuevo, siempre ha sido tibia y torpe, de ahí, que hoy tengamos que soportar que un Tribunal Constitucional politizado hasta las trancas, pueda decidir sobre asuntos para lo que no fue creado.

El 12 de julio de 1980 creamos el TC y hoy lo estamos aniquilando, al manipularlo para que opere al servicio del ejecutivo de turno.

La TOGA, esa prenda que nos ha dado siempre la seguridad de vivir en un entorno de libertad y que es tan admirada por las personas de bien, esta siendo pisoteada por los chulos y merdellones de este gobierno Frankenstein. Esos portadores de toga, jueces, magistrados, fiscales, secretarios, abogados y procuradores, nos han garantizado la Ley y el Orden, y sus decisiones solo las han cuestionado los delincuentes, como está ocurriendo ahora.

Son los delincuentes catalanes, malversadores y golpistas, los que se refugian en las artimañas que el sistema ha dejado en manos del ejecutivo. ¿Cuáles son en este caso? Pues fácil de entender:  el TC se creó para que sobre cualquier otro estamento, decidiese si la Ley de turno es Constitucional o no; solo en esa parte de la Ley que se sentencie como anticonstitucional se anulará su efecto, ocurriendo a menudo que otra sección de la misma Ley sigue dejándose operativa. Analizando esto, podríamos pensar ¡qué bien parido ese TC. Hasta ahí vamos bien.

Pero si le damos la potestad al Congreso de los mamanabos, de parir una “ley orgánica”:

Ley orgánica, frente a la ley ordinaria, es aquella prevista en la Constitución de 1978 (artículo 81) que solo requiere el voto favorable de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados.

Y en nuestra Constitución tenemos un estúpido artículo 165 que dice:

Una ley orgánica regulará el funcionamiento del Tribunal Constitucional, el estatuto de sus miembros, el procedimiento ante el mismo y las condiciones para el ejercicio de las acciones.

Ocurre que:

El TC reacciona tal y como quiere el señor Sánchez, o los aniquila con una LO.

El presidente, Cándido Conde Pumpido Tourón, la vicepresidente, Inmaculada Montalbán Huertas y los 10 magistrados, deben pronunciarse sobre lo sentenciado por El Tribunal Supremo al declarar no amnistiado el delito de malversación de caudales públicos en la causa del «procés». —si lo dejan estar— podremos seguir sintiéndonos protegidos por los de las togas; —en el caso contrario— los miembros del TC demostraran que son unos muñequitos en manos de estos merdellones y chulos.

No voy a dar nombres de los miembros del gobierno que califico de merdellonas y chulo… los sabéis todos.