Se esperaba un incremento de los precios a las puertas del otoño, pero al final ha sido un subidón. El despegue de la luz y los carburantes ha sido el detonante principal para que el Índice de Precios de Consumo (IPC) de septiembre haya aumentado un 0,2% en relación al mes anterior, pero haya despegado nueve décimas su tasa interanual, hasta el 3,5%, según los datos avanzados publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Con este avance de septiembre, la inflación encadena tres meses consecutivos de ascensos, después de que en julio y agosto subiera cuatro y tres décimas, vuelve a superar el 3% tras tres meses por debajo de esta cota y se sitúa en su nivel más elevado desde el pasado mes de abril, cuando alcanzó el 4,1%. Este cambio de tendencia alcista apunta a que se mantendrá así durante los próximos meses, en línea con las previsiones que ya han marcado organismos como el Banco de España o la Airef, que sitúan el IPC general en torno al 5% a final de año. No obstante, pese a que la tasa interanual se ha incrementado en casi un punto porcentual, la subida mensual se ha contenido en dos décimas, la segunda más baja desde febrero y tres décimas menos que hace un mes.

Estas dos décimas se explican por el “efecto escalón” producido durante los meses del verano -cuando el IPC llegó a caer hasta el 1,9%- y que se produce cuando los precios crecen crecen mucho en un periodo corto de tiempo, para posteriormente bajar, como sucedió el año pasado con la electricidad tras estallido de la guerra en Ucrania. Ahora, el precio de la electricidad sigue lejos de sus máximos históricos, pero cae menos que el año pasado, lo que presiona el IPC al alza. Por tanto, Estadística justifica el repunte del IPC por la subida de los precios de la electricidad, “frente al descenso que experimentaron un año antes, y, en menor medida, al encarecimiento de los carburantes, en contraste con la rebaja de precios que registraron en septiembre de 2022”.

Esto ha permitido que al menos la inflación subyacente -que no contabiliza ni alimentos no elaborados ni productos energéticos- mantuvo su tendencia descendente y cayó otras tres décimas, hasta el 5,8%, tasa 2,3 puntos superior a la del IPC general y la más baja desde junio de 2022, cuando se situó en el 5,5%. Asimismo, la tasa de variación anual estimada del índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se situó en el 3,2%, ocho décimas por encima de la registrada el mes anterior. La variación mensual estimada del IPCA fue del 0,6%.

Con estos datos, el Ministerio de Asuntos Económicos que dirige Nadia Calviño han desestimado que la inflación vuelva a cotas de hace un año y se han limitado a admitir que esta subido “refleja el efecto base de los precios de la electricidad y, en menor medida, en los carburantes”, para destacar que España acumula “más de un año” entre los países con menor inflación y mayor crecimiento de la zona euro, y achacaron la nueva subida al efecto base de los precios de la electricidad. También resaltaron la buena evolución de la inflación subyacente, que registra “la menor tasa desde junio del pasado año”.