Daniel Sancho ha pasado su tercera noche en prisión en Tailandia, tras haber confesado el asesinato y descuartizamiento del cirujano plástico de origen colombiano, Edwin Arrieta. Fue el hijo de Rodolfo Sancho quien acudió a la policía a anunciar la desaparición de su amigo y posteriormente para revelarse como autor del crimen. En su defensa, afirmó sentirse “rehén” de Arrieta, como si estuviera en “una jaula de cristal”. Además, el joven hostelero aseguró que mantenía encuentros sexuales esporádicos con la víctima desde hacía un año, cuando se conocieron por Instagram.

El crimen de Tailandia, en directo: últimas noticias de Daniel Sancho, hijo de Rodolfo Sancho, encarcelado por asesinar al colombiano Edwin Arrieta

El chef intentó en varias ocasiones romper la relación, pero Arrieta presuntamente le amenazaba con difundir videos de contenido sexual que podría hundir su imagen pública y la de su familia. “Cada vez que intentaba alejarme de él, me amenazaba”, aseguró el presunto autor.

Aunque Sancho ha admitido el vínculo sexual, ha asegurado que no es homosexual. De hecho recalcó que tenía novia y que se iba a encontrar con ella en Tailandia. Tras confesar el crimen, le mandó un mensaje. “No va a esperarme y tampoco debe hacerlo. Que sea feliz”, dijo.

Asumiendo Sancho que no era homosexual, se ha determinado que lo que compartían Arrieta y él era una práctica sexual que se conoce como “yachting” o “gay-for-pay”.

¿En qué consiste?

El “yachting” o “gay por pago” se refiere a las personas heterosexuales que reciben dinero por tener relaciones con personas de su mismo sexo. El concepto también es conocido como prostitución masculina.