La revista Wired promovió el genocidio de los blancos en un reciente artículo en el que fantaseaba con “un futuro sin gente blanca” al tiempo que presentaba un libro titulado “El último hombre blanco”, una novela de ficción escrita por un autor pakistaní que goza de la ciudadanía británica y se educó en Estados Unidos. El libro, escrito por Mohsin Hamid, sueña con la desaparición de los blancos del planeta tierra.

“La blancura es una seducción. La blancura es también una ilusión”, afirma el artículo, escrito por el redactor jefe de Wired, Jason Parham, que elogió “El último hombre blanco” por plantear la pregunta de “¿qué pasaría si la blancura desapareciera de repente?”.

“El último hombre blanco” narra un futuro en el que los blancos de todo el mundo se vuelven repentinamente morenos. La novela sigue en gran medida a un hombre que antes era blanco, llamado Anders, que se despierta y descubre que ha cambiado de raza.

“Quería matar al hombre de color que se enfrentó a él en su casa”, escribe Hamid en “El último hombre blanco”, describiendo la violenta respuesta de Anders a su transformación racial. Quería “extinguir la vida que animaba el cuerpo de este otro, para no dejar nada en pie más que a sí mismo, como era antes”, continúa el libro, en lo que los izquierdistas afirman que es una mirada introspectiva a la psique de los blancos.

A pesar del abierto racismo antiblanco expresado en la novela, Parham escribe en su reseña de Wired que Hamid no fue lo suficientemente lejos. Los blancos, afirma Parham, aunque se vuelvan morenos, son irredimibles.

“La blancura retrocede físicamente, pero nunca desaparece del todo”, escribe Parham. “Tiene un arraigo psicológico”.

“Hamid quiere creer que la gente puede ser mejor de lo que era antes, que puede adaptarse a un mundo que ha hecho más espacio para los demás”, escribe Parham en otro momento del artículo. “Yo estoy menos inclinado a creerlo”, prosigue, antes de afirmar que los blancos “acaparan el poder y harán cualquier cosa para protegerlo”.

En otro punto de su reseña de “El último hombre blanco”, Jason Parham, de Wired, se lamenta de que el libro no ofrezca suficiente “visión” de cómo se sienten los que “ya están marginados” cuando los blancos se vuelven morenos.

“La gente de color nunca tiene el privilegio de conocer a fondo”, se queja Parham. “El conserje del gimnasio de Anders es negro, pero Hamid renuncia a la oportunidad de hacernos saber lo que realmente piensa, de asomarnos a su mundo y de mostrarnos cómo las consecuencias de la transformación racial masiva repercuten en las vidas de los ya marginados”.

Para Mohsin Hamid, “El último hombre blanco” retoma en gran medida los sentimientos antiblancos que dejó en su última novela, titulada “Exit West”. En ese libro, Hamid retrataba a los ciudadanos británicos blancos como psicópatas genocidas que obligaban a los emigrantes de Oriente Medio a vivir en un gueto londinense con “alimentación y electricidad mínimas” después de que los emigrantes hubieran descubierto puertas mágicas que les llevarían al mundo occidental. El gueto ficticio se denomina “Londres negro” en “Exit West” de Hamid.

“El último hombre blanco” y la reseña abiertamente antiblanca de Wired sobre el libro han generado burlas en las redes sociales y fueron uno de los principales temas de discusión cuando el hashtag “#antiwhite” fue tendencia en Twitter esta semana.

Dada la aparente aprobación del genocidio de los blancos y la limpieza étnica en la reseña del libro de Wired, National File se puso en contacto con la publicación, preguntando si realmente apoyan el genocidio de los blancos y si harían un perfil de una novela similar dirigida a cualquier otro grupo racial en la tierra, pero no ha recibido respuesta.