Más de 35 expertos internacionales debatirán sobre esta práctica abusiva desde el punto de vista médico, jurídico, político, de los medios de comunicación, de la sociedad civil y de la elaboración de políticas, con el fin de explicar el impacto de la atrocidad de la sustracción forzada de órganos en la humanidad. Los organizadores del evento también anuncian el lanzamiento de una declaración que se presentará al público al final de la Cumbre Mundial.

El evento, abierto a expertos y al público, es una primicia en el campo de la ética médica y los derechos humanos por su amplitud y alcance, y aborda la extracción forzada de órganos de personas vivas no sólo como una violación de la ética médica y los derechos humanos básicos, sino también como una atrocidad contra la humanidad por naturaleza. El asesinato sistemático de personas para extraer sus órganos a escala industrial es un crimen sin precedentes que no debería tener cabida en el siglo XXI.

Las ONG organizadoras se unen a la comunidad mundial en señal de apoyo y solidaridad con la esperanza de poner fin a un procedimiento que viola la dignidad inherente de los seres humanos y los valores universales de autonomía personal e integridad institucional de los que dependen las sociedades civiles. Las cinco ONG son Doctors Against Forced Organ Harvesting, DAFOH, de Estados Unidos; CAP Freedom of Conscience, de Francia; Taiwan Association for International Care of Organ Transplants, TAICOT, de Taiwán; Korea Association for Ethical Organ Transplants, KAEOT, de Corea del Sur; y Transplant Tourism Research Association, TTRA, de Japón.

Expertos, parlamentarios y testigos de 19 países intervendrán en la Cumbre Mundial para Combatir y Prevenir la Extracción Forzada de Órganos para informar, educar y alertar. La extracción sistemática de órganos de personas vivas que se lleva a cabo en China es un acto de motivación política, ya que se dirige a grupos religiosos y minorías, pero también a los cimientos de nuestra civilización.

Esta perversa y lucrativa práctica en China está siendo denunciada por cinco organizaciones sin ánimo de lucro. Los ponentes, alarmados por investigaciones independientes y públicas creíbles, como el Tribunal de China y los expertos y relatores de las Naciones Unidas, desean que se ponga fin a la extracción forzada de órganos vivos de practicantes de Falun Gong, uigures, tibetanos, musulmanes y cristianos en China. No solo por ética y derechos humanos básicos, sino también porque es una atrocidad contra la humanidad. El asesinato sistemático de personas para extraer sus órganos a escala industrial es un crimen sin precedentes que no debería tener cabida en el siglo XXI.

El anfitrión del evento, Torsten Trey, director ejecutivo de Médicos contra la Extracción Forzada de Órganos, afirma: «La extracción forzada de órganos de personas vivas es una vergüenza insondable e incalificable para la humanidad. Nunca antes en la historia un régimen autoritario ha perseguido a personas vivas matándolas con el objetivo de erradicarlas mediante la instalación de una infraestructura de extracción de órganos autoimpulsada y con fines de lucro, convirtiendo potencialmente a los receptores de órganos en cómplices, ya que su demanda de una cirugía de trasplante podría haber alimentado el abuso de los trasplantes. Esto debería preocupar a toda la humanidad».