¿Qué debes tener en cuenta para elegir un colchón?
Dormir entre 6 y 8 horas diarias es lo recomendable para un adulto sano. No obstante, hay personas que despiertan con dolores musculares y más cansados porque se acuestan en colchones inadecuados. Incluso, son más proclives a sufrir pesadillas.
Para evitarlo, necesitan un colchón ergonómico, con las medidas que se adaptan al cuerpo y esté fabricado con los materiales de calidad para un sueño profundo y una experiencia confortable.
Considerar el peso y la estatura
Por regla general, las personas con contextura gruesa o sobrepeso necesitan colchones firmes, que garantizan agarre y seguridad, mientras que las más delgadas deben buscar modelos más flexibles que se adapten a la figura y al peso.
De acuerdo a la Organización de Consumidores y Usuarios, el colchon Emma cumple con los requisitos ergonómicos y se ajustan a los distintos pesos y contexturas para dormir de forma saludable.
Otra de las recomendaciones es la dimensión. Debe tener 10 centímetros más que la altura del usuario y mínimo 15 cm de grosor. Las personas que duermen solas pueden hacerlo en camas entre 90 y 110 cm, mientras que las matrimoniales se recomiendan entre 150 y 160 cm.
Postura
Al elegir un colchón, la postura también es importante porque determina el lugar de más apoyo del peso. Por ejemplo, al dormir boca arriba, se sugiere un colchón duro con el fin de amortiguar la presión sobre la nuca y la base da la columna vertebral.
En caso contrario, boca abajo, el ideal es el colchón más blando, en el que descansa el cuello al evitar torsiones de la columna. A su vez, los que duermen de lado, requieren de un modelo de dureza intermedia para apoyar los hombros y cadera con suavidad.
En este sentido, el colchón debe distribuir el peso del cuerpo de una manera equilibrada, ser lo suficientemente firme para sostener el cuerpo sin incomodidad. No obstante, como se ha visto, no hay un colchón ideal para todos, sino que este debe adaptarse al peso, estatura y postura del usuario.
Incluso, hay otros factores que estudiar como, por ejemplo, el tipo de material, especialmente para las personas alérgicas y asmáticas. En el caso de los pacientes con alguna lesión o enfermedad motora, el médico debe indicar cuál es el colchón con especificaciones ergonómicas adecuadas.
Material
Hoy en día, los fabricantes también buscan mejorar sus diseños con una ergonomía más personalizada para mejorar la salud de tu espalda. Los colchones se clasifican según sus fibras.
- Viscoelástica. Están confeccionados con espuma que se ajusta al cuerpo de acuerdo al peso y al calor transmitido. Se recomiendan para dormir largas jornadas y para los que duermen de lado o sufren de dolores en sus articulaciones. Están disponibles en los 3 niveles de firmeza, baja, media y alta, se adaptan y son flexibles.
- Látex. Fabricados con látex natural o sintético con un núcleo perforado para la circulación del aire y reducir el peso. Son ideales para los alérgicos porque no admiten la acumulación de ácaros y para los que se mueven mucho al dormir. Son flexibles, durables y por supuesto, están contraindicados a las personas alérgicas a este material.
- Poliuretano. Hecho en poliéster con celdas de aire, cubiertas con una funda. Vienen en densidad inferior, ideales para los niños y para huéspedes ocasionales. De acuerdo al número de celdas por metro cúbico, su firmeza varía. Son durables y aislantes del calor.
- Con muelles. Vienen en distintos diseños de estructuras metálicas para una mayor comodidad. Recomendado para los usuarios con dolores lumbares y para los que sufren de calores. Disponibles en nivel de firmeza alta y media.
Aparte, se encuentran los colchones especiales para propósitos ortopédicos y para gustos más específicos, los de agua, los de futón y los más clásicos, hechos en lana.
Consejos para mantener los colchones en óptimo estado
La mayoría de las empresas recomiendan reemplazar los colchones cada 10 años por la pérdida de la firmeza, aunque esto varía de acuerdo al tipo de uso y a los cuidados. Con el propósito de mantenerlos en buen estado, se recomienda voltearlos con frecuencia.
De esta manera, se evita que se deformen por apoyarlos en un solo lado. En el momento de cambiar la ropa de la cama, quitar la sábana y esperar unos minutos para liberar la humedad. Así como también deben lavarse las fundas cada vez que se cambian.
En caso de haber considerado todos estos cuidados y observar que las dolencias musculares persisten, es recomendable ir al especialista para descartar alguna patología física o psicológica que afecte tu postura al dormir.
El sueño y el descanso no son un lujo, sino una necesidad del cuerpo para mantenerlo sano. Es importante adquirir el colchón adecuado en ergonomía, dimensiones, firmeza y tipo de material, ya que garantiza la conciliación del sueño y descansar adecuadamente.