Un dirigente de Al-Qaida que estaba detenido en una cárcel en Bagdad ha matado hoy a nueve policías en la prisión antes de morir él mismo por disparos de la policía, han informado fuentes del Ministerio del Interior.

Las fuentes han explicado que el cabecilla terrorista, identificado como Abu Hazifa al Batawi, robó el arma de uno de los policías mientras era interrogado y llevó a cabo el ataque contra los agentes, algunos de ellos oficiales. Al Batawi es el principal acusado del atentado del pasado 31 de octubre contra una iglesia sirio-católica en Bagdad, en el que murieron 58 personas.

Entre los oficiales que mató el terrorista detenido se encuentran el jefe de la Policía antiterrorista en la zona de Al Karrada, general Muaid Saleh, y un asesor suyo. El incidente comenzó tras la medianoche y se produjo un intercambio de disparos que se prolongó durante varias horas a lo largo de esta madrugada. Los policías mataron a Al Batawi y causaron heridas a otro acusado del atentado contra la iglesia de Bagdad.

Además, un civil que se encontraban en la cárcel para dar su testimonio en un interrogatorio falleció en el intercambio de disparos, han añadido las fuentes.