Cataluña se convirtió en la tercera comunidad con menos ocupación durante el último puente del Pilar, situándose ocho puntos por debajo de la media nacional. Más de la mitad de los hoteles de Barcelona asegura que su actividad se ha visto afectada como consecuencia de la crisis independentista.

El goteo de datos que se van conociendo sobre el turismo en Cataluña está haciendo realidad los pronósticos que avisaban del fuerte impacto que la crisis causada por los secesionistas tendría en un sector tan crucial para la economía. El mensajero de las malas noticias fue ayer el ministro Méndez de Vigo, que en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros revelaba que “Cataluña se convirtió en la tercera comunidad autónoma con menos ocupación hotelera en el puente del Pilar”, sólo por delante de Murcia y Castilla-La Mancha.

Durante este periodo, entre el 12 y el 15 de octubre, la ocupación en Cataluña fue del 76%, mientras que en años anteriores había liderado el conjunto nacional con porcentajes situados en torno al 90%. La tasa registrada este año también es muy inferior a la media del conjunto de España, que se situó en el 84%.

Los datos facilitados por el portavoz del Ejecutivo figuran en la encuesta Ocupatur, que realiza el Ministerio de Energía y Turismo en momentos puntuales de alta actividad turística, como las vacaciones o los puentes. En este sondeo se puede comprobar cómo el impacto de la crisis se dejó sentir en prácticamente todos los puntos de la geografía catalana. En Barcelona la ocupación hotelera fue de sólo el 72%, mientras que la media del resto de grandes ciudades españolas estuvo en el 85%. En los hoteles de la costa catalana la tasa fue del 77%, más de diez puntos inferior al de los establecimientos costeros del resto de la Península, donde la ocupación se elevó al 86%.

A las malas noticias de Méndez de Vigo se sumaban pocos minutos después las reveladas por Enric Millo, delegado del Gobierno en Cataluña. Según afirmaba, el 56,9% de los hoteles de Barcelona asegura que su actividad se ha visto afectada por la situación actual. Pese a lo elevado de esta cifra, es inferior al de la semana posterior al referéndum ilegal del 1 de octubre, cuando el porcentaje era del 73,5%.

A partir de estos datos, Millo afirmaba que el procés “está afectando de manera más significativa” a la actividad turística que los atentados del pasado agosto en Barcelona y Cambrils, que dejaron 16 muertos y varios centenares de heridos. Según explicaba el delegado del Gobierno, durante la semana inmediatamente posterior a estos sucesos, el porcentaje de establecimientos que aseguraba sentirse afectado era del 48%, inferior a los registrados durante los últimos días.

Los datos provienen de una encuesta que Turespaña -organismo dependiente de la secretaria de Estado de Turismo- realiza semanalmente entre los hoteleros barceloneses desde los atentados del pasado 17 de agosto.

Uno de los principales indicadores que mide es la ocupación de los establecimientos, que en una ciudad tan turística como Barcelona se sitúa normalmente en porcentajes cercanos al 90%. Sin embargo, durante la semana del 23 al 29 de octubre -última de la que hay información-, era de tan sólo el 83,4%. Esto suponía un ligero descenso respecto a la tasa registrada la semana anterior, del 84,1%. Pero el impacto más profundo se produjo entre el 9 y el 15 de octubre, cuando la caída fue mucho mayor, hasta situarse en el 77,1%. Y la situación no tiene visos de mejorar en el corto plazo, por lo que la ocupación esperada por los hoteleros para esta semana es del 71,8%.

El fuerte descenso en la demanda ha provocado que los hoteleros hayan tenido que buscar alternativas para evitar un importante descenso en su negocio. La mayoría -dos de cada tres- asegura que ha rebajado sus tarifas habituales. Además, el promedio de estas rebajas ha sido también bastante elevado, de un 22,5%.

Pero ni tan siquiera con estas estrategias los hoteleros han conseguido evitar un alto número de cancelaciones: se han visto afectadas casi una de cada diez reservas. Durante la semana anterior, la tasa de cancelaciones se situó en el 9,9%, el nivel más alto del mes. Normalmente, este porcentaje se sitúa entre el 6% y el 7%.

La caída en el turismo también se está dejando notar en las reservas de vuelos internacionales. Hasta mediados de agosto, los datos del Ministerio de Fomento indicaban que crecerían un 10% para el periodo comprendido entre el 1 de septiembre y el 30 de noviembre. Pero desde entonces han disminuido hasta registrar ya tasas de crecimiento negativo, del -0,8%.

Ante estos datos, representantes del sector hotelero y de restauración celebraron el jueves una reunión con Jaume Collboni, segundo teniente de alcalde de Barcelona. El tono general fue, según recogía El Periódico, de preocupación por una caída que estiman entre el 20% y el 30% en una actividad que sólo en la Ciudad Condal emplea a aproximadamente 150.000 personas. Para hacer frente a esta difícil situación, la consigna acordada fue resistir y evitar que se desate una guerra de precios.

Fuente: Expansión