La legalidad republicana
Hoy no hace falta decir que, históricamente y políticamente hablando, se ha impuesto un maniqueísmo cerrado y cerril por el cual, por ejemplo, sin análisis previo, absolutamente todo el que tenga que ver con el franquismo es negativo y condenable, y en cambio, por ejemplo, absolutamente todo el que tenga que ver con la segunda república, es motivo de elogio y celebración.
Bien, todo el mundo tiene sus motivos y la libertad para defender aquello con lo que cree, pero una cosa llama la atención, y esto es la manipulación que determinados partidos hoy hacen de la “legalidad republicana”. Muy a menudo, partidos de izquierdas, separatistas y “progresistas”, hacen referencia a la segunda república como modelo de defensa de sus postulados; parece que la República era suya…y esto constituye una tremenda falacia.
No se trata de analizar las leyes de la segunda república, tarea inasumible en un escrito de opinión y por mis propios limitados conocimientos, tampoco se trata de negar la esperanza que significó la instauración de la república que, por otra parte, fue recibida con ilusión por gran parte del pueblo, cansado de la vieja, corrupta y decadente monarquía. Pero lo que sí conviene recordar a determinados políticos manipuladores de la historia, es que esta “legalidad republicana” a la que tanto hacen referencia, hoy les pararía los pies a muchos de ellos. Veamos sólo algunos ejemplos;
Artículo 4 de La Constitución de la II República: “El castellano es el idioma oficial de la República. Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones. Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni lo uso de ninguna lengua regional”.
Artículo 17 de La Constitución de la II República: “En las regiones autónomas no se podrá regular ninguna materia con diferencia de trato entre los naturales del país y los demás españoles”.
Artículo 50 de La Constitución de la II República: “Las regiones autónomas podrán organizar la enseñanza en sus lenguas respectivas, de acuerdo con las facultades que se concedan en sus Estatutos. Es obligatorio el estudio de la lengua castellana, y ésta se usara también como instrumento de enseñanza en todos los centros de instrucción primaria y secundaría de las regiones autónomas. El Estado podrá mantener o crear en ellas instituciones docentes de todos los grados en el idioma oficial de la República”.
No hay duda que este artículos, chocan frontalmente con todo lo que piden hoy los partidos separatistas y “progresistas”, que se situarían contrarios y fuera de su “legalidad republicana”…
Artículo 43 de la Constitución de la II República: “El Estado prestara asistencia a los enfermos y ancianos, protección a la maternidad y a la infancia, haciendo suya la “Declaración de Ginebra” o tabla de los derechos del niño”. Hay que decir que en base a este artículo, el código penal de La II República siguió tipificando como delito, el provocar un aborto. Esta defensa de la vida, topa de pleno con todos los “progresistas” que defienden la ley del aborto, los cuales se situarían contrarios y fuera de su “legalidad republicana”.
Para acabar hay que recordar que la “Ley de Vagos y Maleantes”, que muchos tildamos como represora y que atribuyen al franquismo, fue instaurada por la República, el 4 de agosto de 1933, con el consenso de todas las fuerzas políticas…
En una palabra, más de dos políticos se lo tendrían de pensar antes de agitar la bandera republicana, quizás no saben que su ordenamiento constitucional defendía el contrario del que ellos defienden… La “legalidad republicana” hoy pararía los pies y llevaría ante los tribunales a muchos de los políticos que, por ignorancia o burda manipulación, agitan la bandera tricolor, manipulando no sólo la república, sino también muchos de sus protagonistas de buena voluntad que afrontaron con ilusión el advenimiento de aquel régimen, y por culpa del sectarismo radical marxista que no respetaba los propios principios de la república, muchos españoles, defraudados, acabaron sumándose a aquella antológica frase del insigne Ortega y Gasset “No es eso, no es eso…”, presagiando el desastre que desgraciadamente todos sufrimos.
Paradójicamente, los que se cargaron la “legalidad republicana” son aquellos que hoy la reivindican y ondean la bandera tricolor en nuestras calles, demostrando un cinismo descomunal.
Hombre los golpístas tampoco movieron un dedo por la Repúbluca, entre todos la mataron y ella sola se murió