Laureano Benítez Grande-Caballero.- Sucede con mucha frecuencia que la explicación de realidades complejas no supone necesariamente echar mano de pensamientos alambicados, ni de sofisticadas teorías, ya que es mucho más sencillo recurrir a procedimientos más elementales, e incluso perogrullescos, derivados de la aplicación del sentido común. Entre éstos, destaca con luz propia el humilde silogismo, capaz de desentrañar complicadas problemáticas, de igual manera que la elemental regla de tres pueden resolver arduos trabajos matemáticos.

Por ejemplo, a la hora de desentrañar el impresionante enigma de cómo es posible que los medios de comunicación españoles hayan promocionado masivamente al movimiento comunistoide, perrofláutico y zarrapastroso de Podemos, el silogismo quedaría más o menos así: los medios de comunicación están totalmente controlados por la plutocracia globalista bilderbergiana que conspira por el Nuevo Orden Mundial; los medios de comunicación de España están haciendo una descarada y alevosa campaña a favor de los podemitas; luego los podemitas son beneficiosos para el NOM. Así de simple, y así de contundente.

Para decirlo con otras palabras, Podemos es también plutocracia, puro sistema, puro Bilderberg, Nuevo Orden Mundial, que ha diseñado este movimiento de ultraizquierda por medio de una gigantesca obra de ingeniería social, con la intención de llevar a cabo una horrenda conjuración contra nuestra patria, una maligna conspiración por medio de la cual las élites sionistas mundialistas que controlan a su antojo el mundo quieren desarrollar en nuestro país un apocalíptico experimento de manipulación y destrucción.

Todo empezó con el 15M, fenómeno social con reminiscencias del mayo parisino, acontecimiento siniestramente diseñado por los ingenieros del NOM, hecho que se puede probar con multitud de evidencias.

Ya de entrada, es sumamente revelador que el 15M formara parte del «tsunami» pretendidamente «revolucionario» que comenzó con la llamada «primavera árabe», y más si caemos en la cuenta de que la llamada «spanish revolution» movilizó para hacer su primavera insurgente una metodología basada en el ciberespacio muy parecida a la que se utilizó en las revueltas de los países islámicos mediterráneos.

Partiendo del hecho de que las mafias globalistas pretenden hacerse con el control total de los recursos naturales de la tierra, para conseguir este objetivo diseñaron las insurrecciones de la «Primavera árabe», cuyo objetivo era colocar en los países islámicos ribereños con el Mediterráneo unos gobiernos títeres que les permitieran hacerse con el control de sus hidrocarburos, y, a la vez, desestructurar esas sociedades para provocar masivas oleadas de refugiados en los países europeos, pues, eliminados los regímenes autoritarios que controlaban las fronteras, el terreno quedaba expedito para la invasión inmigratoria. Subsidiariamente, controlar los recursos petrolíferos significaba conjurar el peligro de que estos fueran controlados por Rusia.

Esta conspiración tuvo como principales agentes a un conjunto de organismos más o menos oficiales y ONGs que pertenecían a la órbita norteamericana, como la USAID, la NED, el NDI, y?¡cómo no!? la omnipresente y ultraconspiradora «Open Society», del especulador y megaconspirador George Soros.

Este movimiento pseudorrevolucionario fue, en realidad, la segunda parte del plan globalista, pues la primera se desarrolló en Europa del Este y en los Balcanes, por medio de las llamadas «revoluciones naranjas», cuyo objetivo era sacar de la órbita rusa a sus antiguos países comunistas, y, de paso, desequilibrar la geopolítica de la zona, con el objetivo de que, una vez desmantelada la antigua Yugoslavia, las nuevas fronteras fueran más permeables a la invasión de refugiados que se estaba preparando.

Por todas esas razones, es erróneo considerar la insurgencia de los países islámicos mediterráneos como un fenómeno espontáneo de protesta insurrección, puesto que estamos en realidad ante un proyecto neocolonial con vistas al NOM.

En cuanto a nuestro 15M, podemos integrarlo sin ninguna duda dentro de este proyecto, como lo demuestran los reveladores acontecimientos protagonizados por personajes y grupos que muestran una evidente conexión con el lobby globalista.

Para empezar, tenemos al recientemente fallecido Stéphane Hessel, autor del infumable panfleto «¡Indignaos!», publicado pocos meses antes de «las primaveras». Este judío emigrado a Londres durante la Segunda Guerra Mundial ejerció de espía de la CIA y el MOSAD, fue embajador de la ONU, y miembro del CFR ?Council of Foreign Relations, fundación globalista fundada por Rockefeller, que conspira junto con el Club Bilderberg y la Comisión Trilateral por un Gobierno Mundial?. Cuando se presentó en Madrid como un mesías revolucionario, proclamó la necesidad de un Gobierno Mundial. Ahí quedó eso.

Usando las mismas tácticas de las redes sociales que se habían utilizado en la primavera árabe, surgió «Democracia real ya», plataforma que activó una web donde se convocaba una manifestación para el 15 de mayo de 2011.

¿Quiénes fueron los líderes de la acampada del 15M? A pesar de su apariencia pseudoasamblearia, fue liderada por unos extraños personajes que movieron los entresijos del 15M con total impunidad, sin que nadie pareciera advertir sus maquinaciones y manipulaciones. Personajes plenamente instalados en el sistema, millonarios a pesar de su juventud, pertenecientes a sospechosas plataformas de comunicación dependientes de fundaciones globalistas.

Un papel destacado lo jugó Martin Varsavsky, un judío argentino, empresario del mundo de las telecomunicaciones y las farmacéuticas, fundador de Jazztel, que dotó a la acampada de una formidable y asombrosa logística informática desde el primer día. Es también presidente y fundador de «Safe Democracy», financiada por el mismísimo Rockefeller, y miembro del Consejo de administración de la «Fundación Clinton» que también recibe donaciones de Rockefeller y George Soros. Casi nada. Con su gran influencia, publicó elogiosos artículos sobre el 15M en los principales medios periodísticos del mundo.

También destacó en la acampada Tomasz Szabelewski, otro judío ?de origen polaco? «bussiness consultant» de la Fundación Everis, vinculada descaradamente al NOM, que publicó el informe «Transforma España» en el año 2010, firmado por casi la totalidad de la plutocracia española ?BBVA, Santander, La Caixa, Grupo PRISA, Repsol, CEPSA, Telefónica, Bankinter, Barclays, Inditex, y muchas más?. Y, lo que son las cosas, resulta que muchas de las propuestas ideológicas del 15M coinciden con las que se recogen en aquel informe, base a su vez de las propuestas programáticas de Podemos. ¿Casualidad?

Otro personaje enigmático fue Vlad Teichberg, experto informático y matemático que hizo su carrera en la superelitista Universidad de Princeton, asalariado por la todopoderosa banca JP Morgan, tan conspiradora por el NOM como las bancas de los Rockefeller y los Rothschild.

Llegado «casualmente» a Madrid, este personaje montó una sofisticadísima infraestructura informática en un palacete de la calle del Pez, con la cual controlaba toda información que se transmitía desde la acampada. Pero quedó ahí la cosa, sino que enseguida se trasladó a Nueva York para organizar allí el movimiento «Occupy Wall Street», franquicia del 15M.

Estamos, pues, ante una «casta indignada», que manejó los hilos del 15M, llevando la acampada por los derroteros del globalismo y el NOM. Esta mafia contó muy pronto con la colaboración entusiasta de otros personajes sobradamente conocidos, pertenecientes a la «jet» del mundialismo sionista, millonarios indignados, que dieron ?como veremos en el siguiente artículo sobre el tema? un toque intelectualoide y prestigioso a la «spanish primavera».