Ni futbolistas, ni pilotos, ni actores: los niños de hoy en día quieren ser youtubers. El hecho de ganarse la vida subiendo vídeos a esta popular plataforma seduce a los preadolescentes, que sueñan con ser como ElRubius, el más célebre de todos ellos.

Pero hacerse rico comentando videojuegos o yéndose a festivales de música electrónica y grabando la juerga no es fácil. Y si no, que se lo digan a un niño de 12 años de Alicante al que Google ha reclamado una factura de 100.000 euros.

El chico, que ha subido a su canal de YouTube varios vídeos, quería comprarle ‘una mansión’ a su madre gracias a su hobby. Pero su sueño se ha convertido en pesadilla por culpa de un error. En vez de lograr unas ganancias de 1.000 euros por vídeo -lo que se estima que se llevan los youtubers más seguidos en nuestro país- el chico ha terminado con una enorme deuda.

Según cuenta Antena 3, el joven se equivocó al dar de alta su canal y solicitó una campaña de publicidad mediante AdWords, la herramienta de maerketing de Google. Es decir, que sin saberlo, contrató los servicios del gigante de Internet para que promocionaran su nombre y sus vídeos. Este sistema cobra a quien quiere anunciarse por click o por visualización del anuncio, y viendo el montante, parece que muchos usuarios se interesaron por el canal del joven.

A cambio de este trabajo, Google le pide 100.000 euros a este usuario, que ha tenido que pedir ayuda a sus padres. Estos, horrorizados ante el error, han acudido a los medios de comunicación a denunciar los hechos.

La familia se aferra a que este es un caso de contrato nulo por fallo de conformidad, y esperan llegar a un acuerdo con Google para no tener que pagar la abultada cuenta.