Ruth Beitia se proclamó campeona olímpica de salto de altura con una marca de 1,97, siendo la primera atleta femenina de la historia en conquistar una medalla de oro para España. En un concurso sin nulos, superó a la búlgara Mirela Demireva, medalla de plata y la croata Blanka Vlasic, bronce, ambas con la misma marca que la cántabra.

Empezó muy bien Ruth que no tuvo ningún problema para superar el 1,88, 1,93 y 1,97 a la primera. Era la saltadora que iniciaba las rondas de salto, y la presión que ejercía sobre sus rivales era increíble. Carrera decidida, verticalidad en su salto y un franqueo sin rozar en ningún momento el listón le ponía en una situación inmejorable para afrontar las alturas venideras.

Mientras tanto, las demás competidoras sufrían lo indecible para continuar en el concurso. Dos de las favoritas, la lituana Airine Palsyte y la estadounidense Vashti Cunningham, caían en 1,93. Blanca Vlasic, que saltaba 1,97 a la segunda con evidentes signos de dolor en su maltrecho pie, o Kamila Licwinko peleaban cada centímetro con agonía, mientras la cántabra esperaba un nuevo turno de salto. La alemana Marie-Laurence Jungfleisch, segunda en el ránking del año, derribaba el listón sobre 1,97 junto con la italiana Alessia Trost, perdiendo la opción de luchar por estar en el podi

Junto con Ruth Beitia, la búlgara Mirela Demireva saltó a la primera 1,97, a las que se unió Vlasic en el segundo intento. También la líder mundial del año Chaunte Howard pudo con la altura, completando la terna de saltadoras que se iban a jugar las medallas.

El desenlace no fue apto para los que sufren del corazón. Ruth Beitia saltaba en primera posición y derribó en su intento inicial. No fue un buen salto, pero sus rivales sufrieron la misma suerte. En el segundo, la cosa mejoró pero no lo suficiente, lo que llevó otra vez a momentos de gran nerviosismo hasta ver que sus compañeras de prueba tampoco lo consiguieron. Si hubo un salto en el que la cántabra estuvo a punto fue el tercero, pero la suerte en ese momento le fue esquiva. Sin embargo la diosa fortuna no andaba lejos, y tanto Demireva, como Vlasic y Howard no pudieron rebasar el listón sobre 2 metros, dejando a Ruth como la nueva campeona olímpica con 37 años.

El palmarés de la cántabra tiene el colofón que merecía una saltadora como Ruth Beitia. Tres veces campeona de Europa, 14 medallas en grandes campeonatos, única española en superar los dos metros, innumerables títulos de campeona de España, y ahora la única deportista femenina en España que ha conquistado la medalla de oro en una prueba de atletismo de los Juegos Olímpicos. Se une así a María Vasco, que hasta la fecha, con su bronce en los 20 kilómetros marcha era la única con una presea colgada al cuello.

Por edad se podría decir que serán sus últimos Juegos, sin embargo, la pupila de Ramón Torralbo es una caja de sorpresas, que por suerte decidió continuar, después de quedar cuarta en Londres 2012 anunciando su retirada, completando en el último ciclo olímpico, los mejores años de su carrera, y es que los hechos hacen pensar que queda saltadora para rato.