A. Martiarena.- Cuando Podemos despejó en noviembre el balón envenenado de Monedero no pensó que éste le fuera a volver en pleno ronda de consultas con el Rey y justo cuando otro de sus dirigentes ha demostrado haberse saltado el código de buena conducta del partido y de regeneración política de España. Pero resulta que después del ‘pago en dinero negro’ del líder regional en Aragón, Pablo Echenique, ha llegado la suspensión de empleo y sueldo de Monedero. Así lo ha confirmado la Universidad Complutense de Madrid quien ha sancionado al profesor, y cofundador de Podemos, durante seis meses por su actividad en Venezuela.

Todo ocurrió en noviembre de 2015 tras la denuncia del colectivo de funcionarios públicos Manos Limpias por una “presunta vulneración” de la Ley de Incompatibilidades por haber realizado un informe de asesoría para los gobiernos bolivarianos por valor de 425.000 euros.

Después de meses de investigación, la Universidad ha concluido que Monedero cometió una falta “muy grave” por lo que, además de la suspensión de empleo y sueldo de seis meses, el exdirigente de Podemos tendrá como que abonar el 10% de los ingresos obtenidos por aquel trabajo, una cantidad que rondaría los 40.000 euros. Dicha cantidad resulta de la aplicación del artículo 83 de la Ley de Universidades, que es la que permite a los profesores e investigadores, previa solicitud de permiso a su departamento y al Rectorado, realizar trabajos por encargo de empresas externas a su universidad sin incurrir en incompatibilidad con su dedicación a tiempo completo como funcionarios.

Aunque desde la formación morada se insiste en que Monedero no tiene ningún cargo en el partido, el daño que esta noticia produce a su imagen es innegable. De hecho, el anuncio ha coincidido con la visita de Pablo Iglesias a Zarzuela dentro de la ronda de contactos de Felipe VI de cara a una posible formación de Gobierno. Y este asunto sobrevolará cualquier movimiento de Podemos de las próximas semanas porque Monedero no va a zanjarlo hoy mismo. Al contrario. El profesor tiene intención de recurrir la sanción alegando “discriminación” respecto a los otros 200 catedráticos de la Complutense que también compatibilizan la docencia con trabajos en otras empresas.

Los problemas legales acechan a Pablo Iglesias y su núcleo duro justo cuando se empeña en granjearse apoyos para formar un Gobierno que saque de Moncloa al PP.