Una bandera pequeña, de menos de 50 centímetros, un punto. Una mediana, hasta un metro, o una gorra, tres puntos. Una grande, o una bufanda, cinco puntos. El premio gordo, una camiseta, quince puntos. Así cotiza el material deportivo con el que los aficionados apoyarán a la selección de su país durante la Eurocopa que comenzará en breve en la vecina Francia.

Pero los puntos no se consiguen comprándolo en ninguna tienda. El objetivo es robárselo a los hinchas, a ser posible a los que muestren una mayor tendencia hacia la derecha identitaria; de colectivos como PEGIDA o contraria a los refugiados sube el valor de los puntuaciones en cinco unidades. ¿El premio para el ganador? Algo muy apreciado en Alemania: una caja de cerveza de la marca Sternburg, una de las más apreciadas en el este del país.

Esta es la peculiar iniciativa que, bajo el nombre “Capture The Flag” (CTF), pondrán en marcha algunos colectivos ultraizquierdistas germanos en el torneo continental. Su objetivo es claro: combatir el exceso de propaganda nacionalista que es de esperar en estos días y denunciar “las ideologías racistas” que, según consideran, se esconden detrás de ella.

El CTF tiene reglas bien precisas: se puede competir por equipos, que tendrán como máximo cinco integrantes, y además los artículos que se han de robar deben ser sólo los relacionados con la Bundesrepublik. Emblemas de otros países también se admiten, pero sólo valdrán un punto, independientemente de su tamaño y características.

La iniciativa no ha recibido opiniones unánimes ni siquiera entre los que comparten pensamiento con los organizadores. En la página web donde ha aparecido la propuesta hay comentarios que alaban la idea y que incluso dan consejos para sustraer este tipo de productos de forma más eficaz, pero también otros la califican de “tontería” y consideran que lo más probable es que, en vez de atacar a los ultraderechistas, los participantes busquen la víctima fácil y vayan a por el aficionado común, niños incluidos.

En todo caso, quien pretenda acudir a Francia a apoyar a la selección alemana (una de las principales candidatas al título) debería tener algo más de cuidado que de costumbre. No hay constancia de que la Gendarmería haya preparado algún dispositivo especial ante esta amenaza concreta. La Mannschaft jugará sus partidos de la fase de grupos en Lille y París (tanto Saint Denis como el Parque de los Príncipes); si se clasifica para las eliminatorias, la sede dependerá del puesto que alcance.