El exjuez Baltasar Garzón ha asegurado que se está demostrando que la corrupción es “sistémica” en España, aunque no se ha entendido como un problema ni se le ha dado “la importancia y atención que merecía”, por lo que las soluciones dadas para atajarla fueron “simplemente cosméticas”.

Garzón ha respondido así a preguntas de los periodistas sobre la corrupción y ha abogado por hacer “un estudio profundo de las instituciones para limpiarlas”.

“Me parece penoso que estemos asistiendo a un surgimiento de un caso detrás de otro, lo cual indica que el problema de la corrupción en España era sistémico, que no se quiso atajar en un momento y que las soluciones que se aportaron eran simplemente cosmética”, ha afirmado.

Según el exjuez de la Audiencia Nacional, “nunca se ha prestado a la corrupción en España la importancia y la atención que merecía y eso ha determinado que nos encontremos con un momento como el actual, en el que se están dando respuestas judiciales que se podían haber dado mucho tiempo antes”.

“Son casos que llevan cociéndose años, no son de casualidad y solo con transparencia y una decisión firme y contundente, no solo de la justicia, sino de todas las instituciones, puede haber una purificación de esa mala praxis que viene arrastrada desde la propia dictadura”, ha apuntado.

El que iniciara la operación Gürtel siendo juez de la Audiencia Nacional ha apuntado que “no es que celebre que haya casos de corrupción, se ha de celebrar que se estén investigando, que se estén profundizando y que haya esa conciencia de transparencia en la sociedad”.

A su juicio, el problema es que “no ha habido una sensación de que la corrupción fuera un problema y no se abordó inicialmente después de la transición, como (sí se hizo con) otros problemas”.

“A mediados de los noventa, la Fiscalía Anticorrupción dio un aporte pero no ha habido una acción sistemática contra el fenómeno de la corrupción”, ha recordado.

Ha defendido que la Justicia intentó “hacer cosas más o menos relevantes y se siguen haciendo” pero la diferencia, en su opinión, es que ahora “hay una conciencia social mayor, una intransigencia por parte de los ciudadanos que se ha traducido en una mayor transparencia y exigencia por parte de las fuerzas políticas”.

“Esperemos que no sea aparente y que sea real porque entonces estaremos en la dinámica correcta. Pero si se vuelven a ensombrecer determinadas zonas del Estado, como la justicia o la propia política, estaremos mal. Hace falta, no solo un examen sino un estudio profundo de esas instituciones para limpiarlas”, ha concluido.