Negrín, el mayor corrupto español del siglo XX, héroe de Podemos (y II)
Pío Moa.- En el trío admirado por Podemos, el caso de Negrín es todavía peor que el de Nelken y Prieto. Lo he tratado por extenso en mi trilogía sobre la república y la guerra y en Los mitos de la guerra civil. Negrín fue excluido del PSOE por presiones de Prieto, pero está siendo muy reivindicado desde hace años por los más diversos personajes, Zapatero y tantos otros. El 19-9-2003 escribí en LD una recensión que empezaba: “ Dentro de la historiografía académica de tendencia “progre”, que sería chistosa si no hubiera tenido durante largos años los medios de acallar cualquier réplica, y de presentarse a sí misma como la única historiografía “profesional”, acaba de publicarse una biografía de Negrín, por el catedrático Ricardo Miralles.
Prologa el libro P. Preston, para quien Negrín “fue el gran estadista de la lucha contra Franco y sus aliados fascistas”. Según él, las críticas a Negrín proceden sobre todo de Bolloten, condicionado a su vez por “los renegados ex comunistas que publicaron sus memorias bajo la dirección de Gorkín y financiados por (…) la CIA”. Preston, claro, prefiere a los comunistas no renegados y, con típica paranoia stalinista, sólo puede entender que alguien discrepe de ellos si le paga el “imperialismo”. Confesión implícita por parte del profesor inglés, y además falsedad, también de tufo staliniano, porque la apasionante obra de Bolloten se apoya ante todo en una labor documental e investigadora impresionante, con muy pocos paralelos en las historias de nuestra guerra. A Preston le encanta el libro de Miralles, y no es de extrañar.
Bien. Una parte de la realidad está perfectamente expuesta en la pelea, entre Prieto y Negrín, ya en el exilio, por el botín del yate Vita. Se trataba de una inmensa fortuna que Negrín se jactaba textualmente de haber acumulado –a base del expolio sistemático de bienes de particulares, sin faltar la gente humilde que depositaba sus alhajas en los montes de piedad, y sobre todo del tesoro histórico-artístico español—, y una parte de la cual, transportada en el citado yate, le había robado a su vez Prieto en Méjico. Las cartas entre los dos están publicadas y no pueden ser más explícitas del carácter corrupto a gran escala de ambos dirigentes. Podemos, admiradortambién de la tiranía castrista y financiado por Venezuela e Irán, sabe en quienes inspirarse.
En sus cartas, Negrín acusaba a Prieto de haberle birlado limpiamente un tesoro que no le “correspondía”, pero además se echaban las culpas amargamente por la pérdida de la guerra. Prieto, en plan dramático, se defendía de los cargos de Negrín y declamaba: Después de haber presidido tan colosal desastre, después de haber originado, con el uso de un poder personal, ejercido en beneficio exclusivo de determinada agrupación (se refiere al Partido Comunista), disensiones hondísimas que condujeron a millares de hermanos a despedazarse entre sí, y teniendo todavía ante los ojos el espectáculo de medio millón de españoles debatiéndose en la miseria y sometidos a las más viles humillaciones (esto está escrito apenas terminada la contienda. Antes de que terminase aquel año 1939, más de dos tercios de los exiliados había vuelto a España, dato generalmente olvidado por “historiadores” de esta línea), de las que una elemental previsión reiteradamente aconsejada les hubiera librado, después de todo eso, ¿se atreve usted a decir que yo incubaba la catástrofe? Jamás conocí un sarcasmo tan terrible como el contraste entre sus inmensas responsabilidades y su jactanciosa actitud que le permite condenar caprichosamente a los demás, y encima exigir, a guisa de premio, el reconocimiento de su jefatura de Gobierno con carácter permanente por indefinido. Negrín, por su parte, insistía en que A nuestra causa no la han vencido los facciosos. No. La han vencido las asechanzas de unos cuantos malandrines, obviamente Prieto entre ellos.
Una de las cosas más llamativas en los líderes republicanos y revolucionarios es su total ausencia, al menos en sus escritos, de sentimiento de responsabilidad o culpa por los desastres ocurridos bajo su mando. Azaña y Alcalá-Zamora, en cuyas presidencias del gobierno y del estado respectivamente rodó el país a la catástrofe, se las arreglan para cargar todas las responsabilidades sobre lo demás, y otro tanto hace Negrín al discutir con Prieto, y viceversa.
Lo que Prieto y Negrín pasaban por alto era el coste gigantesco de sus políticas en medios y en vidas. Ese coste era, para empezar, la pérdida de la independencia española y del control sobre sus reservas financieras (Preston tiene gracia cuando, en crítica al aserto de Bolloten de que Negrín hizo mucho por extender la influencia comunista, recuerda el auxilio fascista al otro bando… donde no tuvo ese inmenso coste, pues Franco nunca se supeditó a Italia o a Alemania). Otra tremenda exigencia de esa política consistía en la multiplicación de las víctimas y destrucciones en una resistencia sin sentido… a no ser que enlazase con la guerra mundial, lo cual habría multiplicado el número de víctimas y destrozos. No hubo coste en democracia, porque la misma había dejado de existir antes de la hegemonía comunista, pero sí lo hubo en supeditación de las demás fuerzas políticas a la estrategia soviética, en nombre de la disciplina contra el enemigo común.
Cada uno de estos sacrificios habría justificado una rebelión de los anarquistas, socialistas y republicanos contra Negrín y los comunistas, y así terminó ocurriendo, aunque ya in extremis. Los “malandrines” de que habla Negrín fueron, efectivamente, quienes terminaron con la resistencia “republicana” en una guerra civil entre las izquierdas, pero debe reconocerse que habían sufrido tanto a manos de Stalin y sus secuaces españoles, que prefirieron la represión franquista.
Estos terribles costes no impresionan lo más mínimo a Preston o a Miralles (ni a Podemos) que, en función del objetivo de vencer al franquismo pasan por alto —como Negrín— cualquier sacrificio… ajeno, naturalmente.
¿Desconocen los de Podemos estos hechos? Su base votante, desde luego, porque, como las bases de otros partidos, ignora todo sobre la historia reciente de su propio país o tiene ideas estrafalarias al respecto. Pero sería ingenuo creer que los jefes de ese partido ignoran lo que cualquiera puede saber con poco que se moleste en leer. Saben de qué hablan.
Para ellos, el Frente Popular representaba una revolución que ellos –como el PSOE, la ETA o los separatistas– admiran, y los crímenes y robos masivos entran en el capítulo de los costes necesarios. El caso de la Nelken es el de una asesina enloquecida, el de Prieto el de un demagogo irresponsable que no vacilaba en emplear el terror y el de Negrín añade a todo ello el de un ladrón en gran escala. Con ellos se identifica Podemos (y otros). No por casualidad.
Pío no Moja, nunca.
¿Por qué dice “la Nelken”? ¿Y si lo llamamos a usted el Moa? Por lo demás, muy ilustrativo, como siempre.
Efectivamente, la mayor parte de los votantes dePodemos viven en la más completa ignorancia, entre tinieblas.No hace mucho me sorprendia la charla con un podemita, que lo ignoraba todo sobre la guerra civil española. Lo que se dice que el tio no tenía ni la mínima idea. Nada. Cero absoluto. Lo único que sabia es que “había habido una guerra contra la izquierda emancipadora y la había ganado un fascista, Fraco.” Ignoraba cuestiones cruciales como la revolcuión de octubre, quien era por ejemplo Vicente Rojo, o Mola, Azaña, Yagüe, Milan Astray, Calvo Sotelo, etc. Ya digo. Nada. El tio además,… Leer más »
No les sacas de “Franco dio un golpe de Estado”, “había un gobierno elegido democraticamente”, “mataron a Lorca” y “hubo una dictadura mala malísima”
Yata.
Si intentas explicar las circunstancias o los hechos ocurridos antes del Golpe, no escuchan, ponen cara de asombro para acto seguido llamarte fascista….. y te sacan a los muertos de la cunetas. Están muy bien adoctrinados.
No saben leer, no quieren leer, les basta con escuchar frases cortas y mil veces repetidas para darse por erúditos. Tantos años de manipulación histórica, tanta tv progre, tantos escritores marxistas, han dado sus frutos: hordas de ingnorantes.
Allá por los años 40’s, estaba aún muy reciente la Guerra Civil, oía hablar que en algunos pueblos de la zona roja, los milicianos del pueblo pusieron unos pasquines por el pueblo comonicando que para ayudar a la causa, todas las personas del pueblo que tuviesen cualquier tipo de joya , alguna cosa de oro, medallas, anillos, cadenas, en el plazo de tres días las debían entregar en una zona de recaudación que pusieron en la plaza del pueblo. Amenazando que quien ocultase algo y fuese decubierto sería fusilado inmediatamente sin más preámbulo
los de las cunetas fueron “Rojos” y “Nacionales”, como todos he tenido dos abuelos a los que nunca conocí por que apenas mis padres los llegaron a conocer, los dos fueron fusilados, curiosidades, un abuelo en Luarca, (Asturias) por ser de la CNT/FAI y otro en Huete (Cuenca) por ser Falangista, lo mejor de mi familia es que ninguno se aprovecha de ningún recuerdo para echárselo en cara a los otros, lo pasado pasado esta, la culpa es del tiempo no de los que viven aquí y ahora, la salud mental esta dentro nuestro y quien no quera olvidar es… Leer más »