Carteles de la película

Más de 200 cines se han sumado hoy a la iniciativa de varias salas independientes de estrenar, este 25 de diciembre, el polémico filme ‘The Interview’ (‘La entrevista’), la parodia sobre el líder norcoreano Kim Jong-un que Sony se vio obligada a retirar ante las amenazas de piratas informáticos. «Nunca nos hemos rendido a no estrenar ‘The Interview ‘ y estamos muy contentos de que un cierto número de cines proyecten nuestra película el día de Navidad», señaló en un comunicado el presidente de Sony Pictures, Michael Lynton.

La sala Plaza Atlanta, en Georgia, al sureste de EE UU, celebró en su cuenta de Twitter ser «uno de los pocos cines en el país que estrene la cinta». El fundador del cine Alamo de Austin, en Texas, señaló por su parte que «Sony autorizó la proyección de ‘The Interview ‘ el día de Navidad».
Obama celebra la decisión de proyectar la película

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama , ha aplaudido la decisión de Sony Pictures Entertainment . “Tal y como ha dejado claro el presidente, somos un país que cree en la libertad de expresión y en la libertad artística y la decisión de Sony permitirá a la gente tomar sus propias decisiones”, ha dicho el portavoz de la Casa Blanca, Eric Schultz, en un comunicado.

Sony ha autorizado este martes a las salas de cine a proyectar ‘The Interview’ el día de Navidad, tal y como estaba previsto, y ha confirmado que varias están dispuestas a estrenar este polémico film, según ha informado la cadena estadounidense ABC.

Medios estadounidenses confirmaron que Sony planea «estrenar de forma limitada» su polémica película, que trata sobre una operación ficticia de la CIA para asesinar a Kim.

Los estudios cinematográficos decidieron retirar totalmente la película de los canales de distribución el pasado miércoles 17 de diciembre, ante las amenazas de «hackers» y la negativa de los principales cines del país a proyectar el filme.

El presidente estadounidense, Barack Obama, consideró esta decisión «un error», después de que el FBI acusara oficialmente a Corea del Norte de perpetrar el ciberataque contra Sony, que sacó a la luz cientos de correos electrónicos y datos confidenciales de 47.000 personas.

Pyongyang ha negado categóricamente su participación en el ataque informático, aunque lo calificó de «acto legítimo» porque la cinta es un «acto de terror sin sentido»