Dicen que es de buen nacido ser agradecido y aunque sobre decirlo, mi agradecimiento a Armando ya sabe él las cotas que alcanza. No me trae al teclado el sentimiento de agradecimiento a Armando por su acogida en Málaga durante estos días de Semana Santa, estoy aquí para haceros llegar el cúmulo de experiencias y sentimientos que este especial viaje ha despertado en mí y mi familia.

Han sido tres días llenos de vida, de ilusionante pasión por expresar la alegría de vivir y convivir en un mismo espíritu, con unos mismos sentires, que sin explicitarlos, se hacen patentes a cada paso y en cada momento. No podía regresar a mi Cataluña natal, sin expresar todo esto que hemos experimentado mi familia y yo.

Verse acogido y querido por todos, pasear alegremente y en total tranquilidad sintiendo el bullicio de unos días de fiesta, religiosa, sí, pero vivida en plenitud de sana alegría y que se lleva a las calles donde todo es convivencia, charla, falta de prisas, pararse con conocidos, saberse amigo de los amigos y queridos por ellos, es algo inexplicable que hay que vivirlo. Ese ha sido el ambiente de estos días en Málaga.

Como no podía ser de otra forma, Armando nos llevó a ver el desembarco de la Legión, la salida del Cristo de Mena mientras los legionarios cantaban “El Novio de la Muerte”, pero no de cualquier forma, no, estuvimos anteriormente charlando con los legionarios (caballeros legionarios), compartimos con ellos la emoción que supone sacar a su Cristo estos días. Estuvimos en el palco tribuna que tiene Alerta Digital en la misma Plaza de la Constitución, es decir en un lugar privilegiado que, una vez más, agradecemos a Armando y a Alerta Digital. Quiero contar una anécdota que prueba lo mucho que a la gente de AD se le quiere en Málaga. El palco de AD en la tribuna oficial era para seis personas y al final nos juntamos el doble. Al lado de nuestro palco estaba el que iba a ser ocupado por el cónsul de Costa de Marfil. Para que los invitados de AD estuviésemos juntos, al jefe de protocolo de la Hermandad de Cofradías de Semana Santa de Málaga se le ocurrió la idea de enviar al cónsul y a sus invitados a una cabina desocupada de radio. Fue un detalle impresionante.

Terminada la procesión de los legionarios paseamos camino del restaurante, era ya la hora de cenar, y la sorpresa vino cuando vi que nos acompañaría el comandante jefe del departamento de protocolo del cuartel de Viator, en Almería. Nos obsequió a mí y a mi familia con toda clase de símbolos legionarios. De sorpresa en sorpresa, el alma no me daba tregua. El paseo hablaba de una ciudad radiante, llena de alegría, a tope de gentes de fuera que todo lo ocupaban, se veía, gozaban en paz. La pasión, el respeto, la admiración y comunión de los malagueños con sus tradiciones, con su sentir español, con La Legión, su Legión, es algo que jamás había visto, ni vivido y que me llena de esperanza y alegría.

Comimos al día siguiente en el restaurante de don Eduardo Moreno, amigo de Armando Robles, que nos atendió con cariño y exquisitez en “La Alegría del Barrio”. Agradecer a don Eduardo el honor de haber organizado esa comida en mi honor y el de mi familia. La verdad, es que tales muestras de acogimiento y aceptación me tenían abrumado en el mejor sentido que uno pueda imaginar.

No contentos con tales muestras de amistad, nos llevaron a la corrida de toros, fiesta perseguida en Cataluña por su españolidad, pero llena de adicción y bien querida aquí en Málaga. Toreaba Jiménez Fortes, de Benalmádena, los seis morlacos para él solo y pude estar con el maestro charlando un buen rato. A la corrida nos acompañó el ex comisario de Policía Manuel Céspedes, antiguo jefe de seguridad del Palacio de la Moncloa durante la Presidencia de Felipe González y una prima de Javier Conde, quienes también estuvieron con nosotros poco antes en el restaurante Sal Gorda, regentado por la familia del torero malagueño.

En resumen, que no hemos parado un instante y el agotamiento es total, pero es ese cansancio pleno que uno disfruta al saber que ha merecido la pena. He viajado por todo el mundo, he visitado muchas ciudades, pero nunca he vivido tan intensamente una ciudad, sus gentes, sus tradiciones y su acogida como lo he podido sentir estos días de Semana Santa en Málaga.

Una vez más, gracias a Armando y a Alerta Digital, medio muy querido y respetado en la ciudad, por darme la oportunidad de sentir el ser español, de saberme querido por mis compatriotas, de no ser un extraño en mi tierra. Gracias Málaga, ciudad llena de encanto, de alegría, de belleza y de gente de bien.