Dando caña: Titanic de cartón piedra (y XIII)
Por Enrique de Diego.- Vista en perspectiva, Intereconomía no ha sido el Titanic que, por un accidente, ha sido golpeado por el iceberg de la fortuna, sino, en todo caso, un Titanic de cartón piedra, llamado a resquebrajarse por la propia fragilidad de su estructura. Es la acumulación de errores, de falta continuada de prudencia empresarial, el constante aventurerismo, la fatua megalomanía lo que ha conducido al desastre inevitable, a ritmo de vértigo en las últimas etapas.
El responsable máximo y, en buena medida único, del descalabro es Julio Ariza, pues Intereconomía ha sido siempre una autocracia, y esa connotación lesiva nunca se consiguió amortiguar, sino que se fue acrecentando con el tiempo. Como en todas las autocracias medran los mediocres y los aduladores. Ariza los fue coleccionando. La culminación es esa nulidad engolada de Alfredo Dagnino, que responde, en plenitud, a la dinámica de degradación interna. Cuando el Titanic de cartón piedra fue llegando a sus últimas contradicciones y ofreció señales inequívocas de naufragio fue perceptible hasta qué punto la ausencia de liderazgo era absoluta. Durante semanas de retrasos en las nóminas, de impagos a proveedores, de acumulación de incertidumbres, nadie ha dado la cara, nadie ha aportado explicaciones; Ariza ha sido un fantasma desaparecido y Dagnino una figura decorativa y una sombra desvanecida. No digamos de Marcial Cuquerella o de ese fiasco perfectamente previsible del showman frustrado de Luis Usera que terminó convirtiéndose a Intereconomía en un páramo publicitario, en el que los costes de publicidad eran una acumulación de anuncios promocionales del propio Grupo.
La huida hacía adelante ha corrido pareja a los delirios de grandeza de Julio Ariza, a su bizarra altanería y a su falta de pericia y de la mínima prudencia empresarial. Se tornó alocada en la adquisición de la televisión que debía haber surgido como emanación natural de la maduración del Grupo y no como adicción. La acumulación de personal y de redacciones ha sido irreflexiva y desvertebradora. El mantenimiento del Grupo en locales escasos y de altísimo alquiler, ha sido un error gravísimo.
Ariza ha ido de triunfador y se ha gustado en demasía a sí mismo en esa imagen que, por cierto, contradecía lo que predicaba, en una distancia insalvable entre el dicho y el hecho, entre el discurso oficial y la realidad. No ha habido prácticamente principio proclamado que no haya sido conculcado en Intereconomía con contumacia y alevosía. Se ensalzaba la libertad y se imponía la mordaza; se presumía de independencia y se practicaba la sumisión política; se jugaba a una ficción de pluralidad cuando se ejercían los vetos; se propugnaba la defensa de valores absolutos y la búsqueda de la verdad como pulsión indeclinable del periodismo cuando se utilizaba la mentira y se chapoteaba en el relativismo. El Titanic de cartón piedra supuraba hipocresía por los cuatro costados.
A la postre, el gran fallo, la quimera ha consistido en que Intereconomía no ha sido una empresa periodística, un contrapoder, sino un chiringuito político, aparataje de propaganda. En ese sentido, la comparativa de Julio Ariza con Jaume Roures, el hundidor de la Sexta y Público, es acertada: Ariza como el Roures de la derecha. Sólo que Roures se vino abajo cuando su señorito, Zapatero, abandonó el poder, para ser condecorado por Rajoy, y Ariza cuando su amo y señor ha llegado a la tierra prometida, al Palacio de la Moncloa.
Cierto que todas mis reflexiones y admoniciones sobre Intereconomía, y todas y cada una de mis críticas, son predicables de todos y cada uno de los grupos, de todos y cada uno de los medios de comunicación de España, y en no pocos casos, en mayor medida, porque la tesis de este libro es precisamente que el periodismo ha muerto; ni tan siquiera agoniza, sino que su óbito es manifiesto y la putrefacción avanzada, por lo que es precisa su regeneración, su resurrección. Pero lo que hace más lacerante el caso de Intereconomía es que podía haber evitado los vicios clamorosos de los demás; haberlos corregido y, puesto que era un Grupo naciente, haber representando ese fortín regenerador que pudo parecer un tiempo y que nunca fue, lo que resulta frustrante. Porque lo que pareció era necesario y levantó pasiones y esperanzas agostadas, me considero, en ese sentido, depositario de ese legado regenerador. Lo he percibido siempre, y aún más, mucho más, tras mi salida de Intereconomía en el respaldo, el respeto y el cariño de las gentes.
Porque el periodismo ha de servir a las gentes con una información veraz, porque ha de defenderlas del poder arbitrario y de la voracidad de los privilegiados de la casta parasitaría, me considero albacea y depositario del legado de la Intereconomía que debió ser y no del fracaso en que degeneró. He hablado antes de responsables y no debo dejar de apuntar a quien cuya sombra he ido adelantando por las páginas de este libro: Esperanza Aguirre. El mito de un falso liberalismo, la impostora rubia, Quien ha dado las órdenes en Intereconomía ha sido Esperanza Aguirre o ella o a través de Juan José Güemes, en largas etapas. El autócrata Ariza ha sido el lacayo de Esperanza.
La conspiranoia sobre el 11-M ha sido el factor corruptor de toda una derecha sociológica manipulada por un puñado de personajes sin escrúpulos, sin referencias éticas, sin otro objeto que el poder. Tras mi salida, Intereconomía, a destiempo, incluso, se desbocó por la pendiente conspiranoica, sin freno en el ridículo. El factor corruptor de la mentira es degradante y no tiene límites. Hemos sabido como Casimiro García-Abadillo y Joaquín Marco, como el diario El Mundo –el inmundo, más bien- han sido capaces de intentar comprar a dos de las testigos –rumanas- que identificaron a Jamal Zougam poniendo bombas en los trenes para que cambiaran su testimonio y exculparan al asesino. ¡Hasta ese punto de abyecta indecencia ha llegado Pedro J. Ramírez, el periodista –si puede mantenérsele el tratamiento- más mentiroso de nuestra historia reciente! ¡Hasta ese punto de desprecio a la verdad, a la ética y a los españoles han llegado los propagandistas de Esperanza Aguirre! Porque nunca me plegué a sus mendaces delirios antipatrióticos, me convertí en pieza a batir y de ello me enorgullezco. Ellos son cadáveres malolientes que deambulan por el escenario con sus harapos.
¿Sería ocioso recordar que Ariza se ha presentado ante todos como católico y que ello establece exigencias de ejemplaridad coherente? Porque es la verdad la que nos hace libres y el mal absoluto es la mentira. Julio Ariza ha sabido siempre que la conspiranoia era mentira, pero la ha dado pábulo y la ha difundido porque ha seguido los dictados de la inconsistente y arrogante Esperanza, la jefa de los cosnpiranoicos, la censora en la sombra, la ambición estéril. Ariza no ha tenido principios, sino intereses, y a fuerza de supeditar aquello a éstos, se ha quedado sin ambos.
La mentira –es preciso reiterarlo- se ha convertido en el lenguaje habitual de los medios de comunicación. La mentira domina el periodismo. En el veneno que ha producido el fallo multiorgánico. Intereconomía de Ariza pudo inocularse y no lo hizo; pudo generar los antídotos y, por el contrario, participó en extender la infección. Pero sin periodismo, sin contrapoder, sin verdad, nuestra sociedad no puede sobrevivir. Es por ellos por lo que la regeneración del periodismo es el paso previo a la regeneración nacional. Y es esa asignatura pendiente la que me dispongo a afrontar. Es precisa una nueva generación de periodistas blindada al relativismo moral, no supeditada a los partidos y a sus intereses, dispuesta a luchar contra la corrupción política al margen de la siglas, que repudie y abomine de la doble moral, que desprecie y combata la mentira, que convierta en una ciudadela inexpugnable su condición de contrapoder.
Puesto que el periodismo ha muerto, ¡viva el periodismo! A la tarea.
Del libro “Dando caña” (Editorial Rambla)
Para su adquisición:
Enrique: leíste el artículo de Francisco Pou el 20 D sobre los “chismes de Ariza”? seguro que consuela mucho a Arteseros (lo digo irónicamente). Muy cristiana su defensa, pero yo tengo información que por lealtad me reservo que se le volvería en contra a Julito.Aunque sí dice a favor de Francisco su defensa numantina y caritativa.
Ariza es un farsante, dice ser católico y va con masones a medias como el infame Mario Conde, dice defender la vida y cobra del PP, partido que apoya el aborto. Dice estar contra la corrupción, y él mismo es la corrupción amparada por quien manda ahora. Un siverguenza de la peor calaña que de joven por lo que explicanen internet estaba metido en nauseabundas sectas templarias de culto al demonio. El fenómeno se reproduce en Italia con Berlusconni, otro aparecente de derechas y católica, que ha abusado y prostituido a un buen número de chicas, siendo un contumaz proxeneta.… Leer más »
a Mario no le metería en el mismo saco que a Julito por razones diversas y nada comparables con la “epopeya” de Ariza.Y ya que estamos en los santos inocentes y para alegrar un poco el día te paso uno de mis vídeos favoritos.http://www.youtube.com/watch?v=92M83gYRGRc (el de los laureles me recuerda a cierto lameculos televisivo del ppsoez, cuyo nombre omito pero el parecido para mí me resulta evidente) Feliz Navidad!
Las Facultade de Periodismo hoy son escuelas de formacion de delicuentes y de quinquis de la pluma,luego sus programas y profesores son enjuiciables.
Y ellos se creen que son algo diferente,cuando en realidad,son unos delicuentes y una puta mierda.
EL DISCURSO DEL TIBIO 2015 será mejor que el 20000000000 vino de Revilla? sip! pues vaya CHORIZOS revilla, con perdón de REVILLA de los chorizos.vAYA imitador el tibio se buscó! sip! se me pilla?
ahora que vamos despacio. ahora que vamos despacio DEL MAR SALEN LAS SARDINAS TRALA LA Y DEL CULO LAS ESPINAS! EL CANTABRON! Y SUS ANCHOAS! A TODO CERDO LE LLEGA SU SAN MARTÍN! EL SISTEMA!!!
EL titanic se hunde por su propio “peso”
No conviene que los bomberos os piseias la manguera: el único enemigo es el fuego…
No, señor de Diego. Es usted un pesado contra Intereconomía y contra Don Julio Ariza. La Organización está bien planificada por personas totalmente adecuadas a la consigna del Ssr. Ariza. Distinto es que en estos tiempos de crisis no exista publicidad. Otra cosa es su malestar personal con Ariza y otros que al resto no nos importa. Sin darse cuenta ustd mismo se está desacreditando y es penoso porque siempre lo consideré un buen periodista.
Dos lacayos despechados que unen fuerzas desde hace años, con la salvedad de que se ha hecho público y oficial. Quien siguiera ambos medios sabe que han compartido ‘marionetas’ para programas de ambos grupos, de director y debatiente. ¿”Ambos grupos”?. En realidad no son dos grupos mediáticos; el Sistema lo tiene concebido como lo que yo llamo “el efecto Ameba”. Para quien no lo sepa, una ameba es un ser vivo unicelular, cuya característica principal es que no dispone de pared celular, por lo que su forma es cambiante, y la aprovecha para incluso capturar otros seres vivos y alimentarse… Leer más »
¿ Cuál de las dos cadenas está arruinada ; Intereconomía o Libertad Digital ?
A; Intereconomía
B;Libertad Digital
C; Enrique de Diego y miente
D; Las dos
🙂
ENLACE DEL ANUNCIO
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=IUcVSzEKCzE#!
La mañana de Federico en Intereconomía TV. A ver que tiene que decir de Diego esta noche sobre el asunto .