Política en sobrehúsa
La palabra «sobrehúsa» (con H) hace referencia a un guiso de procedencia andaluza, que se condimenta principalmente en las provincias de Cádiz y Huelva. Su base es el pescado frito que sobró el día anterior, unido a una salsa de ajo, pan frito, pimentón, comino, vinagre ,hierbabuena y cilantro. Un plato exquisito, pero si lo consumes en la cena es muy probable que no te permita conciliar el sueño.
Ahora han inventado un nuevo método funerario: la acuamación. Consiste en colocar el cuerpo en una cámara hermética llena de agua a la que se añaden una serie de productos alcalinos. La cámara se calienta y comienza a desintegrar el cuerpo hasta dejar solamente huesos, que más tarde son triturados y reducidos a ese famoso polvo que somos y en él tarde o temprano y de una manera u otra, nos vamos a convertir todos. Sí, he escrito todos, que aquí no se queda nadie aunque haya muchos que dan continuas muestras de una absurda e imposible eternidad en carne y hueso.
Este novedoso sistema funerario, más parecido a la sobrehúsa que a otra cosa, se está imponiendo en sociedades avanzadas preocupadas, como no, por problemas medioambientales y de contaminación. Al parecer se reduce el consumo de energía y libera menos contaminantes que la incineración tradicional. También provoca una menor ocupación de espacios en suelo urbano, como ocurre con los tradicionales enterramientos de cuerpo entero, pues al ritmo que vamos será necesario hacer modificaciones puntuales de los planes generales de ordenación para calificar los cementerios, convirtiéndolos en suelo residencial destinados a la construcción de viviendas “asequibles”. Las de lujo se suelen construir lejos de los parientes y amigos fallecidos.
Pero la verdadera sobrehúsa es la que se está cocinando en el sector político hispano. Una sobrehúsa con pescado frito en malas condiciones. La política del sanchismo es de todo menos decente, un refrito de corrupción sin ajo, acosos sin pimentón, de desvergüenza sin comino, de chantaje sin vinagre, sectarismo sin hierbabuena y mentiras sin cilantro.
Cuando la realidad se confunde con el delirio aparecen en la historia gobernantes cuyas decisiones y creencias han cruzado esa delgada línea que los separa.
Nerón, emperador romano, fue conocido por su extravagancia y crueldad. Su delirio de grandeza lo llevó a creer que era un artista excepcional, y llegó a participar en competiciones de canto y actuaciones insoportables, ignorando las críticas y el sufrimiento de su pueblo.
Luis XVI de Francia durante la Revolución Francesa, se mostró desconectado de la realidad de su pueblo, creyendo que podría sofocar la revolución con su autoridad. Su negativa a aceptar la gravedad de la situación lo condujo hasta el cadalso.
Adolf Hitler con su ideología nacional socialista, una indescifrable sobrehúsa y sus creencias delirantes sobre la superioridad racial, le hicieron tomar decisiones desastrosas durante la Segunda Guerra Mundial. Creía que podía conquistar Europa y establecer un «Tercer Reich» duradero, a pesar de las evidencias en contra.
Muammar Gaddafi, el líder libio conocido por sus discursos grandilocuentes y su visión de un mundo que giraba en torno a su figura. Ignoró las realidades de la oposición en su país, lo que finalmente le llevó al linchamiento y la muerte.
Ferdinand Marcos, dictador filipino estaba convencido de que contaba con el apoyo del pueblo, a pesar de las protestas masivas. Su negación de la realidad contribuyó a su eventual derrocamiento.
Estos ejemplos, entre otros muchos, ilustran cómo la desconexión de la realidad puede llevar a decisiones devastadoras y a la caída de regímenes.
Pedro Sánchez es un clarísimo ejemplo de desconexión con la realidad del país que gobierna. Su política es un refrito con todos los ingredientes de la sobrehúsa y que está provocando a los españoles una espantosa indigestión a la que no se ve final próximo.
Corrupción, abuso de poder, latrocinio, tráfico de influencias, malversación, cohecho, fraude fiscal, prevaricación, uso ilícito de atribuciones, blanqueo de capitales… con un total de 23 imputados a sus espaldas.
Política en sobrehúsa pero con el pescado….“estropeado”.











